Las legumbres y verduras en conserva son un as en la manga cuando se trata de preparar platos rápidos y saludables. Y el salteado es una de las técnicas de cocina más rápidas de hacer en casa. Así pues, si unimos los dos conceptos (conserva + salteado ) tenemos la fórmula perfecta para preparar platos rápidos y deliciosos en un abrir y cerrar de ojos. El que te proponemos hoy, por ejemplo, un salteado de garbanzos y acelgas , ambos en conserva, que completamos con un poco de jamón y unos piñones tostados. Para ganar aún más sabor, sofreímos un poco de cebolla y ajo antes de incorporar el resto de ingredientes. Y así es como, en solo 25 minutos , tenemos la comida en la mesa. Cocinar con conservas es muy fácil Las verduras y legumbres en conserva son muy prácticas, ya que están listas para usar y no requieren preparación adicional. Son una excelente opción para agregar a ensaladas, guisos, salteados, sopas o como acompañamiento de diferentes platos. Es importante tener en cuenta que, al comprar verduras y legumbres en conserva, es recomendable revisar las etiquetas para asegurarse de que no contengan aditivos no deseados, como altos niveles de sal o conservantes. Optar por opciones con menos sodio y aditivos será más saludable para tu dieta. También, aunque suelen ser productos con una larga duración, es importante asegurarte de que la fecha de caducidad sea lo más lejana posible. Y, cuando los vayas a utilizar, comprueba que no estén caducadas. Estas son las verduras y legumbres en conserva que se comercializan habitualmente en los supermercados: Legumbres: garbanzos, frijoles, lentejas, habas, alubias y guisantes. Verduras: judías verdes, tomate, pimientos, espárragos, alcachofas, zanahorias, remolacha Otros vegetales: setas, maíz, pepinillos, patatas cocidas, aceitunas. Consejo Cocina Fácil: ten siempre en la despensa un par de tarros de las legumbres y vegetales que más te gusten, así podrás preparar esta receta siempre que quieras. Cómo guardar los tarros de conservas en casa Siguiendo estos consejos, podrás mantener tus tarros de conservas en buen estado y disfrutar de alimentos seguros y sabrosos durante más tiempo. Recuerda que es fundamental seguir las indicaciones de los fabricantes para el almacenamiento y consumo adecuado de los productos en conserva. Inspecciona los tarros antes de guardarlos: verifica que las tapas estén bien selladas y no tengan abolladuras ni daños. Los tarros dañados o mal sellados pueden permitir la entrada de aire y bacterias, lo que afectaría la calidad y seguridad de los alimentos en conserva. Etiqueta los tarros: márcalos con el contenido y la fecha de envasado. Esto te ayudará a identificar fácilmente los alimentos almacenados y te permitirá seguir una rotación adecuada, utilizando primero los más antiguos y evitando que los alimentos se queden olvidados en el fondo del estante. Almacena en un lugar fresco y oscuro: busca un rincón seco y alejado de la luz directa del sol. La exposición prolongada a la luz y el calor puede afectar la calidad de los alimentos en conserva y reducir su vida útil. Organiza los tarros en estantes o cajas : para evitar que se caigan o se rompan. Coloca los tarros más antiguos en la parte delantera para usarlos primero y los más nuevos en la parte trasera. Revisa periódicamente el estado de los alimentos: Aunque los alimentos en conserva suelen tener una vida útil prolongada, es recomendable revisar periódicamente el estado de los alimentos en los tarros. Busca signos de deterioro, como cambios en el color, olor o textura, así como posibles indicios de contaminación. Si observas alguna irregularidad, desecha el alimento de manera segura.