Originaria de la zona de Tarragona, concretamente del barrio del Serrallo, aunque hoy en día se ha extendido por toda Cataluña, la salsa romesco es todo un lujo para el paladar. Versátil y con una textura y un sabor muy característicos, está salsa es imprescindible para mojar en los exquisitos calçots y queda de fábula con pescados, mariscos, carnes y verduras a la parrilla. Además, también se suele utilizar para dar más consistencia a los guisos o romescadas de pescado. Para que quede perfecta, elige siempre ingredientes de calidad. Procura que los tomates estén bien maduros, que el pimiento seco se haya hidratado bien, que los frutos secos tengan su punto perfecto de tostado… Respecto al aceite de oliva , si puede ser que sea con un aceite virgen extra. Notarás la diferencia. Una vez tengas todos los ingredientes preparados, empieza a majarlos en el mortero, o en una batidora de mano, y vierte el aceite hasta conseguir que la salsa queda ligada y homogénea. Si quieres descubrir otras salsas tradicionales, echa un vistazo a la salsa de tomate casera , a la salsa pesto o la mayonesa . Consejos y variantes para la salsa romesco Si la salsa te queda muy espesa, puedes agregar un poquito más de aceite de oliva . Puedes aportar tu toque personal a la salsa, añadiendo una ramita de perejil, una guindilla o pimentón picante al majado. Para una versión más rápida, asa los tomates y los ajos en el microondas . Haz unos cortes en forma de cruz en la base de los tomates y corta la parte superior de los ajos para que no exploten. Luego, déjalos 3-4 minutos o hasta que estén blanditos.