Si eres amante de la gastronomía andaluza y buscas una opción refrescante y llena de sabor para combatir el calor del verano, ¡has llegado al lugar adecuado! La pipirrana es un plato típico de la provincia de Jaén, en el sur de España, conocido por su sencillez, frescura y autenticidad. Esta exquisita ensalada de origen campesino combina ingredientes frescos y locales, destacando por su protagonista, el tomate, que se fusiona con otras hortalizas y aromáticas para crear una sinfonía de sabores y colores. Hoy te proponemos una pipirrana un poquito distinta, porque a las verduras le añadimos pata de pulpo troceada, una buena opción para variar la receta original y también para darle un poco más de categoría. La pipirrana es ideal como entrante en una reunión con amigos o familiares, como plato único a la hora de la cena, para llevarla contigo en un picnic o simplemente como acompañamiento en cualquier ocasión. Cómo cocer el pulpo en casa Si prefieres hacer la pipirrana con pulpo fresco , lo ideal es que primero lo congeles. Luego, descongela las patas de pulpo el día anterior, dentro de la nevera. Calienta abundante agua en una cacerola de paredes altas y, cuando rompa a hervir, introduce el pulpo y deja que cueza durante 20 minutos . Aparta del fuego y deja que repose dentro 5 minutos. Pasado este tiempo, escurre el pulpo y déjalo enfriar . Luego, procede como se indica en la receta. Cómo evitar que la cebolla pique El nivel de picor de la cebolla morada puede variar según la temporada y la región de cultivo, por lo que es posible que necesites ajustar estos consejos según tus preferencias personales. Remojarla en agua fría: antes de utilizar la cebolla morada en tu receta, puedes remojarla en agua fría durante unos 10-15 minutos. Esto ayuda a reducir la intensidad de su sabor picante. Marinarla: si tienes tiempo, puedes marinar la cebolla morada en una mezcla de agua, sal y jugo de limón o vinagre durante aproximadamente 30 minutos. Este proceso no solo suavizará el sabor picante, sino que también le dará un toque de acidez y frescura. Escaldarla: otra opción es escaldar la cebolla morada en agua hirviendo durante unos segundos y luego enfriarla rápidamente en agua helada. Este proceso blanquea la cebolla, reduciendo su intensidad de sabor.