Raxo con patatas y pimientos del Padrón, la receta gallega tradicional que revive a los peregrinos del Camino de Santiago

La cocina gallega tiene mucho que ofrecer. Aprende a hacer el raxo con patatas y pimientos de Padrón, un plato sencillo y delicioso que no te puedes perder

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Raxo con patatas y pimientos de Padrón
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Precio:

€ €

Dificultad:

Media

La cocina gallega se caracteriza por usar ingredientes de calidad y preparar platos sencillos, deliciosos y reconfortantes. Algunos ejemplos son la zorza gallega, la carne richada, el bacalao a la gallega con patatas y la famosa empanada gallega. Pero no son las únicas recetas del recetario de las abuelas gallegas; también está el raxo con patatas y pimientos de Padrón, ¿lo conocías?

El raxo con patatas y pimientos de Padrón es una receta fácil que resalta el sabor de sus ingredientes. Este plato es un favorito en los hogares gallegos y es común verlo en los menús de bares y restaurantes, siendo especialmente apreciado por los peregrinos que recorren el Camino de Santiago.

Consiste en lomo de cerdo adobado, servido con crujientes patatas fritas y deliciosos pimientos de Padrón. ¿Te gustaría aprender a hacerlo en casa? En Cocina Fácil te mostramos cómo. A continuación, te dejamos el paso a paso para preparar esta receta que seguro gustará a todos. ¡Anímate!

Ingredientes paraRaxo con patatas y pimientos del Padrón, la receta gallega tradicional que revive a los peregrinos del Camino de Santiago

  • 1 kg de cinta de lomo de cerdo ibérico
  • 4 dientes de ajo
  • ½ kg de patatas gallegas
  • Pimientos de Padrón, al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • Orégano (opcional)
  • Un chorro de vino blanco (opcional)

1. Prepara el lomo para el adobo

El primer paso fundamental para lograr un buen raxo es adobar la carne. Para ello, comienza por cortar el lomo de cerdo ibérico en tiras o cubos de tamaño mediano. Luego, pela y pica los dientes de ajo muy finamente, o bien machácalos en un mortero si prefieres que se integren mejor en el adobo.

2. Mezcla la carne con especies y vino

Coloca la carne en un bol grande y añade el ajo picado. Salpimienta al gusto, y si deseas darle un toque extra de sabor, agrega un poco de orégano seco y un generoso chorro de vino blanco. Mezcla todo bien para que la carne quede cubierta por el adobo. 

3. Cubre con film y deja macerar

Cubre el recipiente con film transparente y deja reposar en la nevera durante al menos unas 12 horas. Si tienes tiempo, puedes dejarlo adobando durante 24 horas o incluso más, lo que permitirá que los sabores se integren profundamente en la carne.

4. Fríe las patatas

Cuando tengas la carne marinada, pela las patatas y córtalas en tiras o en rodajas gruesas, según tu preferencia. Calienta una cantidad generosa de aceite de oliva virgen extra en una sartén profunda o una freidora. Cuando el aceite esté bien caliente, añade las patatas y fríelas. Una vez estén listas, retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. 

5. Prepara los pimientos de Padrón

A continuación, calienta una sartén con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Cuando el aceite esté bien caliente, añade los pimientos y saltea a fuego alto durante unos 5 minutos, removiendo constantemente. Una vez estén en su punto, retíralos del fuego y añade una pizca de sal.

6. Cocina el lomo de cerdo

Usa la misma sartén donde has salteado los pimientos para aprovechar todo su sabor, añadiendo si es necesario un poco más de aceite. Sube el fuego y espera a que el aceite esté bien caliente. Agrega las tiras o cubos de lomo y saltea a fuego alto durante unos 5-7 minutos.

7. Monta el plato

Una vez que todos los elementos estén listos, solo queda montar el plato. Coloca una cama de patatas fritas en la base del plato, añade los pimientos de Padrón por encima y, finalmente, acomoda los trozos de lomo de cerdo sobre las patatas.

Sabías que…

Este plato es perfecto para compartir y se sirve habitualmente acompañado de un buen vino albariño o ribeiro, que complementa de manera excelente los sabores del cerdo y las especias del adobo.

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