Los estofados de carne no faltan en ningún hogar donde se mire tanto el precio, como la calidad. Entre ellos, el rabo cordobés se ha ganado un sitio de honor por derecho propio, al ser un plato delicioso y económico como pocos. Aunque en origen esta receta se preparaba con rabo de toro, hoy es difícil de conseguir en las carnicerías. Pero no te preocupes: con rabo de ternera, vaca o buey también sale exquisito. Te contamos cómo prepararlo. Un buen estofado de carne con patatas, con su salsa sedosa, sus verduritas y su puntito alegre... ¿Quién se resiste? El rabo cordobés (o rabo a la cordobesa ) es un ejemplo perfecto de esta delicatessen. Pero además, añade ese punto gelatinoso que tiene esta pieza de carne, que en origen se consideraba comida de aprovechamiento. La receta para hacer estofado de rabo de vacuno ya aparecía en 'De Re Coquinaria' , un recetario en latín que se escribió durante el mandato del emperador Romano Tiberio (siglos IV-V). Pero no fue hasta el siglo XVI cuando el plato se empezó a preparar en Córdoba tal y como lo conocemos. Según los expertos, tras las corridas de toros las personas más humildes acudían a la plaza , donde el torero les entregaba las partes menos apreciadas de la res: la casquería y el rabo. Otros cortes más tiernos, como el lomo o el solomillo, estaban reservados para las clases adineradas. Así nació un plato histórico, que hoy se cocina tanto en las tascas populares como en restaurantes de lujo. Al tratarse de una carne más dura, el rabo cordobés necesita bastante tiempo de cocción. Si quieres prepararlo de la forma tradicional, tendrás que cocinarlo a fuego lento durante 2-3 horas . Un consejo: añade el tomate cuando falten unos 30 minutos de cocción y ganará en sabor. ¿Quieres darles un twist a los estofados más tradicionales? Prueba a preparar un crujiente de rabo de todo con gelatina de vino y espuma de patata, o unos saquitos de pasta brick rellenos de rabo de toro . Y si te va más lo clásico, con un estofado de ternera Bourguignon con verduras y vino no fallarás.