Considerada un superalimento por sus saludables propiedades, la quinoa debe dejarse en remojo antes de cocinarla, pero si se te olvida o no has tenido tiempo, también puedes lavarla bien varias veces bajo el agua del grifo. Luego, a la hora de cocinarla, es conveniente que quede bien cocida. Sabrás que está en su punto cuando los granos dupliquen su volumen inicial y se vuelvan transparentes.