Aunque este puchero de garbanzos requiere bastante tiempo de preparación, lo cierto es que vale la pena ponerse manos a la obra porque queda realmente delicioso. A la hora de realizarlo, acuérdate de chascar las patatas . Con este truco de las abuelas, conseguirás que durante la cocción las patatas vayan soltando su almidón en el caldito y este quede con más cuerpo y mucho más apetitoso.