Ideal para preparar en cualquier situación, tanto en una comida de diario como en una celebración, este pollo al ajillo es tan sencillo de hacer que, incluso, lo pueden realizar con éxito los cocineros con poca maña en los fogones. Para que los ajos aporten todo su sabor al plato, ten en cuenta que no los debes dejar quemar. Para ello, una vez los tengas en la sartén, cocínalos a fuego lento y removiendo. En cuanto empiecen a tomar color, retíralos enseguida. Así no amargarán. Si te han entrado ganas de descubrir otras recetas con pollo, fíjate en el pollo asado al limón , el pollo relleno de champiñones y trufa o los muslos de pollo con espinacas y queso .