Poleá con coscorrones, receta de la abuela típica de Cádiz para Todos los Santos

La poleá es una crema dulce típica gaditana, una versión de las gachas que se preparan con leche, harina, azúcar y aceite. Un postre tradicional ¡muy fácil de hacer!

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

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Cocina Fácil / RBA

Poleá con coscorrones - Cocina Fácil
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Temporada:

Halloween

Todo el año

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

La poleá con coscorrones nació como un plato humilde, que se preparaba en tiempos de escasez para llenar el estómago y alimentar a las familias. Muy parecido a las gachas, típicas en toda España, se cocinan con ingredientes económicos: harina, leche, azúcar, canela, aceite y anís.

Un postre de cuchara delicioso y fácil de hacer que nada tiene que envidiar al tradicional arroz con leche. Esta elaboración dulce se suele tomar caliente el día de Todos los Santos, aunque es perfecta para todo el año, incluso para el verano, bien fresquita, habiéndola dejado enfriar en la nevera unas horas.

Crema dulce típica gaditana

Hoy en día, muchas cartas de postres de restaurantes de alta cocina de la zona gaditana ofrecen poleá a sus comensales, y es que esta receta tan tradicional se ha hecho un hueco en la gastronomía andaluza.

El truco para que queden bien sabrosas es el anís. Por un lado, se utiliza anís en grano (también llamado matalahúva) para aromatizar el aceite y, por otro lado, se añade un poco de licor de anís a la crema.

Es muy importante no dejar de mezclar con varillas manuales durante toda la cocción, para que la masa no se pegue al fondo del cazo.

Ingredientes paraPoleá con coscorrones, receta de la abuela típica de Cádiz para Todos los Santos

  • 2 decilitros de aceite de oliva
  • 1 puñado de anís en grano
  • 1 vasito de licor de anís
  • 3/4 de leche
  • 80 gramos de harina
  • 4 cucharadas de azúcar
  • Canela en polvo
  • Para los coscorrones
  • 1/2 barra de pan del día anterior
  • Aceite de oliva

1. Prepara los coscorrones

Pon abundante aceite de oliva en una sartén al fuego y caliéntalo. Corta el pan a dados iguales y fríelos, por tandas, en el aceite caliente, hasta que estén bien dorados. Retíralos del fuego con una espumadera y déjalos escurrir sobre papel de cocina, para eliminar el exceso de aceite.

2. Aromatiza el aceite

Vierte los 2 decilitros de aceite de oliva de la poleá en un cazo, agrega un puñado de anís en grano y fríelo durante 1 minuto. Luego, cuela el aceite y vuélvelo a poner en el cazo.

3. Agrega la harina

Añade la harina al cazo del aceite, a fuego medio, y remueve para que se cocine un poco. Este paso es importante para que el postre no tenga sabor a harina cruda.

4. Añade el anís y la leche

Vierte el anís al cazo y remueve durante uno o dos minutos, para que se evapore el alcohol. A continuación, vierte también la leche y sigue removiendo con las varillas hasta que la mezcla espese.

5. Emplata y sirve

Reparte la poleá en cazuelitas de barro individuales o cuecos y espolvoréala con canela en polvo. Añade unos cuantos coscorrones a cada ración y sirve enseguida.

Alternativas para la poleá con coscorrones

  • A la hora de aromatizar el aceite de la poleá, hay quien añade un poco de piel de limón junto con el anís en grano.
  • También puedes mezclar todos los ingredientes de la poleá fuera del fuego (el aceite, la harina, el azúcar, la leche y el anís) y, cuando estén integrados, llevarlos al fuego y cocerlos sin dejar de remover hasta que espesen.
  • Ten en cuenta que, al enfriarse, la poleá espesará un poco.
Poleá con coscorrones
Cocina Fácil

Para disfrutar al máximo de la poleá, puedes servirla en cazuelitas de barro que le dan un toque tradicional. Estos cuencos, típicos en la presentación de postres andaluces, conservan mejor el calor y permiten que la receta mantenga su temperatura ideal hasta que acabes de disfrutar del postre. 

En cuanto a los coscorrones, aunque son opcionales, te animamos a prepararlos porque le dan una textura crujiente que se complementa a la perfección con la suavidad de la poleá. Este toque final hace que cada cucharada sea una combinación de textura y sabor espectacular. Si prefieres algo más suave, otra opción es añadir frutos secos troceados que le darán un toque dulce sin quitarle protagonismo al postre.

La poleá es una receta sencilla, pero a la vez llena de tradición y sentimiento. Si sigues el paso a paso podrás comprobar y demostrar que con ingredientes sencillos y un poco de paciencia con el proceso, se pueden conseguir recetas deliciosas. Si te animas a prepararla, podrás disfrutar del postre y a la vez, rendir homenaje a las costumbres que las abuelas andaluzas han transmitido a lo largo de muchas generaciones.

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