El jamón ibérico y el queso curado son dos de los ingredientes más auténticamente españoles que existen. No hay picoteo o aperitivo en el que puedan faltar estos dos alimentos, acompañados de un buen vino o una cerveza bien fresquita. Por eso, en Cocina Fácil hemos querido dar un paso más y preparar unas brochetas uniendo ambos ingredientes. "Muy básico", pensarás. Nooo, porque además, añadimos un toque final a los pintxitos regándolos con un caramelo casero que preparamos simplemente fundiendo azúcar en un poco de agua. El obejtivo de ese caramelo es doble . Por una parte, conseguirá compensar el sabor salado de los dos ingredientes de las brochetas. Y, por otro lado, cuando el caramelo se enfríe aportará un toque crujiente a los pintxos que es resulta muy agradable a la mordida. A la hora de servir los pintxitos, puedes emplatarlos de varias maneras . Una fuente bonita con un poco de ensalada verde junto a las brochetas es la opción que hemos elegido nosotras. En concreto, hemos puesto un poco de rúcula, pero puedes elegir otros brotes verdes que te gusten más o que tengas en la nevera, como berros, canónigos, espinacas baby... Y si no, un poco de lechuga romana o iceberg cortada en juliana también servirá. Otra opción muy resultona para presentar los pintxos es clavarlos en un vaso o recipiente transparente, como si fueran piruletas. Para que se queden en pie y no se ladeen, llena el recipiente con sal gorda, ya verás cómo la presentación causa sensación. Otros ingredientes para completar tus pinchitos de jamón y queso El caramelo que te proponemos es una buena opción, pero hay otras salsas que van bien con estas brochetas de jamón ibérico y queso. Aquí van algunas ideas: Salsa de miel y mostaza. Esta salsa aportará también un toque de dulzor a tus brochetas, consiguiendo el contraste de sabores buscados. Salsa barbacoa. Con un ligero sabor ahumado, queda muy bien con el jamón y el queso. Tzatziki. Esta salsa de origen griego a base de yogur y pepino aportará un contraste fresco a las brochetas. Romesco. El sabor a frutos secos y pulpa de ñora de la salsa romesco es genial para compensar el umami del jamón y del queso. En todos los casos, se trata solo de añadir unas gotitas de la salsa deseada sobre las brochetas de jamón y queso. Es un plus de sabor sutil, no hace falta que añadas demasiada cantidad. ¿Qué queso elegir para las brochetas? Jamón y queso forman un tándem que siempre funciona. Lo imprescindible en esta receta es elegir un buen jamón ibérico, en cuanto al queso, puedes escoger la variedad que más te guste. Con quesos curados, como manchego, parmesano, cheddar maduro, roncal e incluso cabrales (este para paladares que disfrutan con sabores muy potentes) conseguirás un aperitivo de sabor intenso. Si buscas un sabor más suave, puedes decantarte por un queso semicurado, sea de vaca, oveja o cabra (o mezcla de leches) o también por algún queso de pasta blanda, como el brie o el camembert. La opción más ligera de todas la conseguirás con un queso fresco, como burgos, por ejemplo.