¿Creías que no había alternativas al clásico pollo rebozado o empanado ? Pues estamos dispuestos a demostrarte que sí las hay, y que son deliciosas. Esta receta es una buena muestra, en ella rellenamos las pechugas, en crudo, con un pisto casero de pimiento, cebolla, calabacín, berenjena y tomate, y luego las rebozamos con harina, huevo batido y pan rallado para que, al freírlas, queden muy crujientes por fuera pero jugosas por dentro. La clave para lograr que la carne de pollo quede bien cocida es elegir pechugas de pollo pequeñas. Piensa que las vas a rebozar enteras, así que no deben ser muy grandes o podrían quedarte crudas por dentro. Si rellenarlas de la manera que te contamos en la elaboración te parece complicado, puedes rellenarlas como un librito. Para que el pisto del relleno no se salga, sujeta el lado abierto con un par de palillos, luego reboza las pechugas y fríelas. Y retira los palillos antes de servirlas. Además de estar rellenas con verduras, estas pechugas de pollo se sirven sobre una salsa de limón que aporta un contrapunto ácido al plato. Un consejo: emplata el pollo sobre la salsa justo antes de servirlo, para que el empanado no se humedezca y deje de estar crujiente. O sirve la salsa en un bol aparte, para que cada comensal se sirva la que quiera. Otras ideas para preparar pechuga de pollo empanada son los fingers crujientes , que se empanan con coco rallado; los libritos con espinacas y jamón ; o los rollitos de pollo con jamón y queso . Otros acompañamientos para las pechugas de pollo con pisto: En lugar de la guarnición de verduras, prepara un poco de arroz blanco, o de quinoa cocida, o de cuscús . Y sírvelos en forma de flanecito junto a las pechugas. No hace falta que lo aliñes, al mezclarse con la salsa de limón ya estará delicioso. Puedes acompañar el pollo con patatas , ¿hay una combinación más perfecta que el pollo con patatas? Hazlas fritas, al horno, en puré... ¡como quieras! Con ensalada . Una versión más ligera para acompañar estas pechugas de pollo es servirlas con unos brotes tiernos, rúcula, berros... Añádeles zanahoria, cebolla, pepino o las hortalizas que prefieras y alíñalas con una vinagreta casera.