A este pastel de merengue se le bautizó con el nombre de Pavlova, en honor de la famosa bailarina rusa, aunque no se sabe bien si proviene de Nueva Zelanda donde la prepararon en en su honor en una de sus visitas. Para formar el merengue firme necesitarás buena mano. Primero hay que batir las claras en un cuenco grande ligeramente y te irá mejor hacerlo con unas varillas eléctricas, si tienes. Cuando se empiecen a formar picos suaves es cuando se incorpora la mitad del azúcar, poco a poco y sin dejar de batir, hasta que estén casi montadas. Parece más complicado de lo que en realidad es. Luego, cuando se empiezan a formar picos más más brillantes, se añade el resto del azúcar mezclado el vinagre y unas gotas de esencia de vainilla. Para que tu pavlova quede bien, el merengue debe estar bien firme y brillante. Prueba también la pavlova con frutas rojas , c on un crujiente de merengue o con coulis de fresón y nata montada . Consejos para tu pavlova de mango y kiwi Si quieres que el resultado sea bien dulce, compra los mangos de Málaga y el kiwi en lugar del verde, el amarillo. No uses claras pasteurizadas para elaborar este tipo de merengue, no dan buen resultado. La nata antes de montarla debe estar muy fría. Calcula bien el tiempo de horneado. Tras casi dos horas necesitará reposar 20 minutos más con el calor residual del horno.