Si te gustan los guisos de cuchara con patatas , sabrás que uno de los actos más importantes es chascar las patatas , es decir, romperlas en trozos irregulares con un giro de cuchillo en lugar de cortarlas en cubos o rodajas perfectas. Al chascarlas, se crea una textura más rústica en el guiso y permite que las patatas suelten más almidón, espesando el caldo y aportando una textura más cremosa al guiso. Además, al romper así las patatas se incrementa la superficie expuesta al líquido y a los demás ingredientes del guiso. Esto ayuda a que las patatas absorban mejor los sabores y los aromas del caldo, y se obtien un sabor más rico y concentrado en el plato final. Otras recetas de patatas guisadas: