Las patatas aliñadas o papas aliñás son tan sencillitas de hacer que apenas requieren de receta, aunque en El Faro de Cádiz tienen un sabor tan característico que hemos preguntado a Mario Jiménez , chef del emblemático restaurante, cuál es el secreto. "La clave es el aliño en caliente , porque la patata recién cocida o aún templada es mucho más porosa", afirma. En El Faro emplean la variedad de patata spunta, aunque con una buena patata de cocer lograremos una mordida similar. Después, las coloca en un recipiente amplio "donde no se pisen entre ellas" y las corta "a su amor" , es decir, tal cual se rompen cuando las trabajamos. Sobre la proporción del aliño, nos indica que no debemos ahogar la patata, pero sí ser generosos hasta el punto "que las hagamos brillar ". Defiende tajantemente el aceite de oliva virgen extra porque en este plato sí valoraremos esa pungencia ácida que nos puede hacer salivar. Muy importante: la cebolleta y el perejil se agregan al momento de llevar las patatas a la mesa , "para que no se oxiden y el color de los ingredientes no cambie en exceso, porque lo importante de la presentación, además del brillo del aliño, es el frescor". Si te apetece acompañarlas de algo más, en algunos bares añaden a las patatas filetes de melva o incluso un huevo frito.