Quien visita El Faro de Cádiz sabe que no hay nada más tipico que comenzar por la tortillita de camarones. Crujiente, sabrosa y generosa en tamaño, es uno de sus platos estrella, como bien atestiguan las redes sociales y las críticas especializadas. "Ni mejor ni peor, nuestra tortillita es única al igual que lo son las del Ventorrillo El Chato o las del Faro de El Puerto", defiende el chef Mario Jiménez, tercera generación del linaje de los Córdoba. Este joven, entusiasta y cultivado cocinero nos revela que la receta llegó a su familia por dos vías. Por un lado, su bisabuela , pescadera de oficio, ya la preparaba en casa, fiel al recetario gaditano. Por otro lado, su abuelo la aprendió en la década de los años 60 de María Jesús Picardo , cocinera de la centenaria Venta de Vargas (San Fernando), considerada maestra en el arte de formar esta humilde masa que saca partido a los camarones de los esteros de la bahía de Cádiz. Esta tortillita es heredera de las ancestras farinatas y tiene su arraigo en La Isla de San Fernando y en Sanlúcar de Barrameda . Las aportaciones del Faro de Cádiz, con sede en el corazón de la capital gaditana y en El Puerto de Santa María, son sobre todo dos: respetar la receta tradicional y popularizarla más allá de sus fronteras. El papel de este restaurante en la divulgación del patrimonio gaditano es indiscutible. Consejos para preparar tu tortillita de camarones como en El Faro de Cádiz: En Cádiz emplean los camarones de sus esteros, pero en el resto de lugares, si no tenemos acceso a tal producto, podemos utilizar camarones cocidos, secos o congelados. Los encontrarás en grandes superficies (pregunta en la zona de congelados) y también en tiendas de alimentación asiática. Mario Jiménez nos anima a mezclar el aceite de oliva con el de girasol para evitar una excesiva pungencia o picor en el paladar. O en todo caso, nos aconseja un AOVE muy suave. Tradicionalmente, se ha empleado también harina de garbanzo, pero Gonzalo Córdoba , el primero en versionarla en El Faro, decidió hacer uso de la harina de trigo. El consejo más poético lo encontramos en Don Gonzalo, que afirma que "a la tortillita hay que acunarla en el aceite" .