Los layer cake (pasteles a capas) parecen difíciles de elaborar, pero en realidad se hacen exactamente igual que las tartas de toda la vida, aunque se preparan para que queden más vistosos, jugando con texturas, colores y sabores tanto al hacer los bizcochos como los rellenos. A la masa de este bizcocho, por ejemplo, le puedes añadir una pizca de clavo molido o de pimienta de Jamaica para realzar su sabor con un toque especiado. En esta ocasión hemos transformado el clásico bizcocho de zanahoria y nueces en un layer cake espectacular . Para hacerlo hay que cortar el bizcocho grande en tres capas , pero si no tienes mucha práctica y te preocupa cortarlos mal o con distintas alturas, lo mejor es que dividas la masa en tres partes iguales y las hornees en tres moldes distintos, pero con el mismo diámetro y consigues tres bizcochos perfectos de la forma más fácil. Puedes encontrar estos moldes en packs de 4 o 5 unidades y con formas diferentes: cuadradas, redondas, de corazón... por lo que las posibilidades de presentación son infinitas. Los frutos secos aportan a los postres un toque crujiente muy gustoso. ¿Te gustaría probar más tartas de capas con frutos secos? Pues no te pierdas el layer cake de canela, nueces y crema de queso , o el pastel de nueces pecanas con buttercream de vainilla, ambos llevan trocitos de nueces y son muy aromáticos, ni este milhojas de bizcocho fino con chocolate y frutos secos , o el fantástico bizcocho con buttercream y almendra sin gluten que hará las delicias de los celiacos más golosos. ¿Te animas? Presenta tu pastel de zanahoria y nueces de forma original La manga pastelera será la mejor aliada para conseguir que tu pastel de zanahoria y nueces tenga un acabado sorprendente. Ponle una boquilla de estrella de 6 puntas, te resultará muy útil para cubrir los discos de bizcocho con facilidad y rapidez, e insustituible para hacer los adornos de los laterales del pastel. Con este tipo de boquilla puedes formar pequeñas rosas de buttercream, como en este caso, y también estrellas, hojas, arabescos, conchas, ondas, guirnaldas, rosetones, comas... ¡Pon a prueba tu creatividad! Elige el grosor del rallador en función de si te gusta (o no) encontrar los trocitos de zanahoria en la masa. Es una cuestión de gustos. Carameliza las nueces de la decoración para que resulten más crujientes: cuece a fuego lento 75 g de azúcar y 100 ml de agua, unos 5 minutos. Cuando el caramelo empiece a tomar color, agrega las nueces partidas por la mitad y remueve para que se impregnen bien. Después, colócalas con un tenedor sobre una rejilla para que escurran el exceso de caramelo y deja que se sequen. Dispón estas nueces caramelizadas alrededor del borde del pastel de zanahoria, formando un círculo, y coloca en el centro una o dos zanahorias baby. Tiñe un poco de crema de queso con unas gotas de colorante verde, pásalo a un biberón de cocina y dibuja unas líneas junto al extremo más ancho de las zanahorias, para simular las hojitas.