Una de las estrellas de mi recetario, sobre todo cuando suben las temperaturas, es la ensaladilla rusa . Fresquita, acompañada con unos picos de pan, es un entrante que siempre triunfa en mi casa. Además, es una gran aliada porque la puedo hacer con antelación y guardarla en la nevera. De esta manera, al llegar a casa, solo es poner la mesa y comer. ¡Qué rica! Pues hoy, te traigo un descubrimiento que, a la que te lo cuente, seguro que te encanta. Su aspecto es de ensaladilla rusa, pero, en lugar de patata, utilizo unos garbanzos cocidos. Mucho más proteica que la tradicional, ya que los garbanzos son una fuente de proteínas vegetales de buena calidad, además de ser ricos en magnesio, hierro y vitaminas del grupo B y fibra, lo cierto es que esta ensaladilla es una auténtica delicia. Además, está lista en pocos minutos. Solo el tiempo de cocer los huevos y picar las verduras y las aceitunas . Así que es una propuesta ideal si quieres comer sano sin estar mucho tiempo en la cocina. Y sin más demora, aquí te paso esta sabrosa receta. Estoy segura que este verano esta ensaladilla de garbanzos se convertirá en una de tus recetas favoritas. Dos consejos muy prácticos No es necesario que tritures mucho los garbanzos . Simplemente, aplástalos con el tenedor para romperlos un poco. De esta manera, se integrarán mejor con el resto de los ingredientes y con la mayonesa. Si te sobra ensaladilla , cosa poco probable, aquí tienes un truco que a mí me funciona muy bien: coloco los restos en el vaso de la batidora y los trituro hasta que quede una mezcla suave y homogénea. Al día siguiente puedes servir esta especie de paté como aperitivo con unos bastoncitos de pan o con unas crudités. Ideas y variantes para la ensaladilla de garbanzos Si quieres que tu ensaladilla de garbanzos sea más ligera, puedes prepararla con mayonesa de yogur . Esta ensaladilla se puede enriquecer con unas hojas de lechuga cortadas finamente con unas tijeras. Te recomiendo que pruebes esta idea porque la lechuga aportará a la ensalada un delicioso toque crujiente. También puedes añadir unos daditos de aguacate , una zanahoria rallada o unas judías verdes , cortadas en trocitos pequeños. En este último caso, escalda los trocitos durante un par de minutos en un cazo con agua para que queden al dente. Respecto a la decoración agrega unas tiras de pimientos del piquillo por encima. También puedes optar por unos pepinillos encurtidos. Le aportarán un toque crujiente y un sabor muy especial al plato. En lugar de atún en conserva, puedes decantarte por trocitos de merluza cocida, salmón ahumado cortado también en trocitos, gambas, langostinos, palitos de surimi …Y si tienes restos de pollo asado , no dudes en incorporarlos. Antes de colocarlos en el cuenco con el resto de ingredientes, desmenúzalos bien.