Ni donuts, ni bollos: malasadas, la receta tradicional de buñuelos de la abuela portuguesa, ¡superesponjosos!

Hechos con una masa blandita y esponjosa que se fríe después, estos bocaditos dulces portugueses cubiertos de azúcar glas y toque de limón son una auténtica delicia

blanca mas de xaxas
Blanca Mas de Xaxas

Redactora especializada en gastronomía

Malasadas, la receta esponjosa de buñuelos portugueses

Malasadas, la receta esponjosa de buñuelos portugueses

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Temporada:

Todo el año

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Para los amantes de los postres tradicionales de todos los rincones del mundo, esta receta de buñuelos portugueses las malasadas (o malassadas) se convertirá en una de las favoritas. Provienen de la isla portuguesa de Madeira y también son muy populares en algunos rincones de Estados Unidos con inmigración portuguesa, como Massachusets o Hawai.

La masa se prepara con harina, agua, huevo y levadura, igual que nuestros en tradicionales buñuelos de la abuela española. En este caso, se aromatiza con ralladura de limón, como en nuestros buñuelos de viento de limón. Además, existen infinidad de versiones, como los buñuelos de manzana y caramelo salado, los de yogur griego o los rellenos de crema de chocolate

¿Cómo se hacen las malasadas?

Preparar estos buñuelos tradicionales portugueses no tiene dificultad ninguna más allá de conseguir una masa homogénea, freírlos por tandas, y escurrirlos bien del exceso de aceite antes de rebozarlos con azúcar glas y servirlos.

No te pierdas el paso a paso que te compartimos a continuación donde se muestra cómo hacer esta auténtica receta portuguesa. El secreto de su esponjosidad es dejar la mezcla un poco líquida. Te advertimos que estas malasadas no durarán demasiado en la mesa, se disfrutan de un solo bocado y no podrás tomar solo uno...

Ingredientes paraNi donuts, ni bollos: malasadas, la receta tradicional de buñuelos de la abuela portuguesa, ¡superesponjosos!

  • 1 kilogramo de harina de trigo
  • 700 mililitros de agua tibia
  • 8 huevos
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de sal
  • 30 gramos de levadura granulada
  • Ralladura de un limón
  • Aceite de girasol
  • Azúcar glas

1. Prepara la masa

Diluye la levadura y el azúcar en una taza de agua y remueve para que todo quede bien mezclado. Deja reposar 15 minutos y reserva. Vierte la harina en un cuenco amplio, agrega la sal, y la ralladura de limón, y mezcla. Incorpora la masa de levadura y remueve antes de ir incorporando los huevos uno a uno. Ve agregando del mismo modo el agua mientras remueves para que todos los ingredientes se vayan integrando y obtengas una masa homogénea. Cubre la masa con un paño y deja 1 hora en reposo.

2. Fríe las malasadas

Calienta abundante aceite de girasol, y toma porciones de masa con una cuchara para ir friendo las malasadas por tandas un par de minutos por cada lado. Retira las malasadas del aceite con ayuda de una espumadera, y déjalas escurrir sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite.

3. Sirve con azúcar glas

Pasa las malasadas a una bandeja y sírvelas de inmediato espolvoreadas con azúcar glas.

A diferencia de otros buñuelos, las malasadas tradicionales se sirven sin relleno. Sin embargo, en algunas versiones modernas se han empezado a rellenar con cremas, mermeladas o chocolate, adaptándose a los gustos actuales pero sin perder su esencia original. Si quieres preparar las malasadas tradicionales, pero darles un toque más aromático, puedes experimentar con añadiendo un poco de canela al azúcar glas o un toque de vainilla a la masa. 

Si buscas una opción diferente para servirlas, acompáñalas con una salsa de chocolate caliente o un coulis de frutas. La combinación de la textura de las malasadas con una salsa cremosa crea un contraste delicioso.

Aunque las malasadas se disfrutan recién hechas, si te sobran algunas puedes calentarlas ligeramente en el horno o en la freidora de aire para recuperar su textura crujiente, pero nada supera el placer de disfrutarlas recién hechas. Evita guardarlas en la nevera, ya que la humedad puede hacer que pierdan su acabado tan característico.

Las malasadas son un claro ejemplo de cómo una receta sencilla puede convertirse en un auténtico manjar. Con su origen humilde y su expansión global, estos buñuelos han conquistado paladares en todo el mundo. Anímate a prepararlas en casa y descubre por qué son una de las delicias más queridas de la repostería portuguesa.

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