Para los amantes de los postres tradicionales de todos los rincones del mundo, esta receta de buñuelos portugueses las malasadas (o malassadas) se convertirá en una de las favoritas. Provienen de la isla portuguesa de Madeira y también son muy populares en algunos rincones de Estados Unidos con inmigración portuguesa, como Massachusets o Hawai. La masa se prepara con harina, agua, huevo y levadura, igual que nuestros en tradicionales buñuelos de la abuela española . En este caso, se aromatiza con ralladura de limón, como en nuestros buñuelos de viento de limón . Además, existen infinidad de versiones, como los buñuelos de manzana y caramelo salado , los de yogur griego o los rellenos de crema de chocolate . ¿Cómo se hacen las malasadas? Preparar estos buñuelos tradicionales portugueses no tiene dificultad ninguna más allá de conseguir una masa homogénea, freírlos por tandas, y escurrirlos bien del exceso de aceite antes de rebozarlos con azúcar glas y servirlos. No te pierdas el paso a paso que te compartimos a continuación donde se muestra cómo hacer esta auténtica receta portuguesa . El secreto de su esponjosidad es dejar la mezcla un poco líquida. Te advertimos que estas malasadas no durarán demasiado en la mesa, se disfrutan de un solo bocado y no podrás tomar solo uno... A diferencia de otros buñuelos, las malasadas tradicionales se sirven sin relleno . Sin embargo, en algunas versiones modernas se han empezado a rellenar con cremas, mermeladas o chocolate, adaptándose a los gustos actuales pero sin perder su esencia original. Si quieres preparar las malasadas tradicionales, pero darles un toque más aromático , puedes experimentar con añadiendo un poco de canela al azúcar glas o un toque de vainilla a la masa. Si buscas una opción diferente para servirlas, acompáñalas con una salsa de chocolate caliente o un coulis de frutas . La combinación de la textura de las malasadas con una salsa cremosa crea un contraste delicioso. Aunque las malasadas se disfrutan recién hechas, si te sobran algunas puedes calentarlas ligeramente en el horno o en la freidora de aire para recuperar su textura crujiente, pero nada supera el placer de disfrutarlas recién hechas. Evita guardarlas en la nevera, ya que la humedad puede hacer que pierdan su acabado tan característico. Las malasadas son un claro ejemplo de cómo una receta sencilla puede convertirse en un auténtico manjar . Con su origen humilde y su expansión global, estos buñuelos han conquistado paladares en todo el mundo. Anímate a prepararlas en casa y descubre por qué son una de las delicias más queridas de la repostería portuguesa.