Aquí tienes una forma deliciosa de preparar el lenguado, horneado en rollitos con una salsa de pimentón y acompañado de un salteado de verduras verdes. Este delicioso pescado blanco, ovoide y aplanado tiene un suave sabor muy apreciado en gastronomía. Una de las recetas más conocidas mundialmente y exportada de la cocina francesa es el lenguado a la meunière o en salsa de almendras . El pimentón que se utiliza para pincelar los lomos de lenguado es dulce. Búscalo con denominación de origen de la Vera, que es de excelente calidad, y se mezcla con aceite de oliva extravirgen, que le confiere un sabor extraordinario. Hay muchas recetas de pescado en las que el pimentón da el toque de sabor a la salsa, como en los mejillones . No hay nada como el pescado fresco, pero si lo compras congelado, sácalo la noche antes del congelador y déjalo descongelar, tapado, en la nevera. Las verduras que lo acompañan son tirabeques, romanescu, guisantes y espárragos trigueros, pero puedes cambiar alguna de ellas, siempre que hagas el proceso de escurrir en agua con hielo para conservar el verdor y el punto crujiente. Echa un vistazo a todas las posibilidades que te da el lenguado en la cocina. Consejos para unos lomos de lenguado al pimentón con salteado de verduras verdes perfectos –Las verduras las dejamos cocer en agua hirviendo solo dos minutos, para obtener una textura al dente. Se escurren, luego se pasan a agua fría con hielos y después de unos minutos, se vuelven a escurrir. El toque final es de un salteado de un par de minutos para servir al lado del lenguado. –Pide que te limpien los lenguados de piel y espina y que cada lomo te lo dividan en dos para obtener cuatro rollitos. Si lo haces tú, que sea con un cuchillo bien afilado porque este pescado tiene una carne muy delicada. –Si reservas un poco de la mezcla de aceite y pimentón, luego puedes decorar el plato con un chorrito alrededor del plato. –El pimentón tiene un papel protagonista en esta receta. Vigila siempre la fecha de caducidad de la más española de las especias, porque también caduca y el sabor empeora tanto que te puede arruinar la receta. No suele durar más de un año una vez abierto.