Pocas cosas son más hogareñas que el aroma de un bizcocho recién horneado escapando de la cocina. Si además ese dulce esponjoso combina el toque profundo del cacao con la intensidad de las especias, se convierte en algo espectacular. El resultado de nuestra receta de hoy es perfecto para acompañar el café de la merienda o del desayuno, y también es ideal para marcar la diferencia en las reuniones familiares o simplemente para disfrutar de un momento de calma, saboreando algo delicioso. Este bizcocho tiene algo especial , la mezcla de especias como el jengibre, la canela, el clavo y la nuez moscada crea una combinación de sabores tan sorprendentes como irresistibles. A ello se suma la textura esponjosa que conseguimos con el batido especial de las claras y la suavidad de la cobertura cremosa que lo hace aún más apetecible. Si la idea te suena bien, te diré que además la receta es muy sencilla , apta hasta para el más inexperto de los cocineros y que los ingredientes, amén de ser económicos, son fáciles de encontrar y a día de hoy los tienen en todos los supermercados. Anímate a preparar este bizcocho, te aseguro que te va a encantar. Bizcochos de cacao hay muchos, y este con especias es más que un postre. Es un bocado dulce cargado de sabor que hará que todos tus comensales se sientan especiales. Cada mordisco combina la intensidad del cacao con la inexplicable calidez de las especias, mientras que la cobertura aporta un extra de dulzura y sofisticación que hará que cuantos lo prueben quieran repetir. Te adelanto que este bizcocho especiado , pero también funciona como postre, espolvoréalo con una ración extra de azúcar moreno, añade unos frutos secos y una bola de helado de vainilla y te garantizo que tu postre será lo más comentado de la velada. Si lo quieres para Navidad, no hay problema, prueba a añadirle un poco de ralladura de naranja, unas nueces troceadas en la masa para darle un toque único y por último mucha, mucho azúcar glas, para dejarlo tan nevado que recuerde a todas luces a los paisajes invernales. No importa si eres un experto en repostería o un principiante, esta receta es fácil de seguir y tiene tan pocos pasos que tienes garantizado un resultado espectacular. Así que, no esperes más, ponte el delantal y deja que el aroma y el sabor de este bizcocho llegue desde tu cocina hasta tu mesa. Te recomiendo raciones abundantes, porque te aseguro que no quedarán ni las migas.