Las croquetas son uno de los bocados más típicos de la gastronomía española. Ya sea de jamón, pollo o cualquier otro ingrediente, la croqueta perfecta se distingue por un interior muy suave y un rebozado crujiente. Si se cocinan bien, se convierten en una explosión de sabor y cremosidad difícil de explicar.
Si las croquetas te parecen un reto inalcanzable, porque te quedan duras, o el crujiente no es suficientemente consistente, no te preocupes, con los 5 trucos del maestro Berasategui, conseguirás unas croquetas tan deliciosas como las mías, que sigo sus consejos a rajatabla. No importa si eres principiante en la cocina, te garantizo unas croquetas perfectas.
1. Cocina la leche a fuego muy lento
Cocinar la leche a fuego lento es uno de los consejos del famoso chef para conseguir unas croquetas de competición. "Este truco permite que la leche se reduzca correctamente", comenta Berasategui. Al cocinar a fuego lento se produce una buena reducción, consiguiendo que la grasa de la leche se concentre más homogéneamente y la bechamel de la croqueta este más fina y sedosa.
2. Tamiza la harina para evitar grumos
Un consejo que parece básico, pero que muchas veces olvidamos, es tamizar la harina. Este paso “ayuda a que no se formen grumos en la bechamel y asegura una textura suave”, explica el chef. Aplica este consejo siempre que tengas que realizar recetas con harina, ya sea para bizcochos o la bechamel. Quedará mil veces mejor.
3. Deja enfriar la mezcla
En cuanto la mezcla de harina y mantequilla esté lista, deberemos dejarla enfriar completamente antes de añadir la leche caliente. "Si añadimos la leche con la mezcla aún caliente, la textura no será la misma", nos advierte Berasategui. Y es que las prisas en la cocina no son buenas. Es mejor respetar los tiempos, cocinar con paciencia y parar si es necesario para dejar reposar los platos. Verás cómo cambia el resultado.
4. Utiliza una batidora de brazo
Para que los ingredientes queden perfectamente integrados en la masa, el chef recomienda usar una batidora de brazo. “Esto homogeniza todo y garantiza que no queden trozos grandes en la mezcla”, asegura. Así que ni tenedor ni batidora de vaso, en tal caso puedes usar unas varillas o poner en la batidora de vaso este accesorio que muchas incluyen.
5. Usa harina en las manos para darles forma
En lugar de pasar las croquetas por harina, Berasategui aconseja enharinarse las manos antes de darles forma. “De este modo, evitamos que el rebozado tenga un exceso de harina, y las croquetas quedan más ligeras”, comenta.
Martín Berasategui, con sus 12 estrellas Michelin es uno de los grandes nombres de la gastronomía. Sus croquetas tienen fama internacional y son la prueba de que incluso los platos más sencillos, si se hacen con mimo, se convierten en obras maestras.
Preparar estas croquetas en tu casa y disfruta de un plato delicioso y económico. Con los trucos de Berasategui, tus croquetas serán un espectáculo.
Las croquetas de jamón de Martín Berasategui
Para 4 personas
Ingredientes
- 75 gramos de cebolla muy picada
- 75 gramos de mantequilla
- 75 mililitros de aceite de oliva suave
- 225 gramos de harina
- 3.120 mililitros de leche
- 2 huevos
- 300 gramos de recortes de jamón ibérico bien picados
- Pan rallado
- Sal
Paso a paso
Reduce la leche
En una cazuela con doble fondo, echa la leche y y reduce hasta que queden 2 litros. Cuece el huevo durante 10 minutos, déjalo enfriar, pélalo y pícalo.
Haz la bechamel
En otra cazuela, funde la mantequilla junto con el aceite y añade la cebolla picada. Pocha durante 5 minutos. Añade la harina, mezcla bien y cuece otros 5 minutos a fuego medio. Deja enfriar. Poco a poco ve añadiendo la leche sin dejar de remover. Tritura con la batidora y cuece otros 12 minutos.
Haz la masa
Quita la bechamel del fuego y añade el huevo y jamón previamente picados. Añade sal y mezcla. Vierte la mezcla en una fuente forrada con papel sulfurizado, cubre con film transparente y deja enfriar la masa en la nevera unas 12 horas.
Haz las croquetas
Cuando hayan pasado las 12 horas, da forma a las croquetas y déjalas enfriar en la nevera. Empánalas en harina, por huevo batido y por pan rallado. Fríelas en abundante aceite caliente.