Como guarnición, para aliños, en pizzas o en cualquier tipo de receta, los pimientos asados le aportan al plato un sabor único , una textura delicada, y un color de lo más atractivo. Si los preparas caseros en casa, puedes lucirte delante de tus invitados preparando recetas tan apetitosas como este timbal de bacalao y pimientos asados perfectos para una comida festiva . Para una comida de diario algo más especial y que te quedará buenísima, tómate el tiempo y cocina este plato de pimientos asados con bacalao a la cazuela tan sencillo como delicioso. Ya verás que aunque tardes un poco en preparar pimientos asados caseros , el resultado valdrá la pena. Te quedarán jugosos, llenos de sabor y listos para incluirlos en cualquier receta que te apetezca cocinar. Cómo asar pimientos en el horno 1. Escoge los pimientos adecuados Ya sean rojos, verdes o amarillos, los mejores pimientos para asar son los carnosos y firmes al tacto . De piel lisa, y un color (generalmente) rojo muy brillante, son mucho mejores los de gran tamaño. 2. Lava y sazona los pimientos El siguiente paso antes de hornear los pimientos, es que los laves con abundante agua bajo el grifo y los seques bien con papel absorbente de cocina. Para entonces untarlos con aceite de oliva y sazonarlos con un poco de sal, pimienta, y tus hierbas favoritas. 3. Hornea los pimientos Precalienta el horno a 200ºC, y cuando haya alcanzado esa temperatura, baja el horno a 180ºC y prográmalo con la función de ventilación arriba y abajo para asar los pimientos colocados en una bandeja refractaria forrada con papel sulfurizado durante una hora aproximadamente dándoles la vuelta justo a mitad de cocción. Así conseguirás una cocción uniforme. 4. Pela los pimientos Retira la bandeja del horno, cúbrela de film transparente con cuidado de no quemarte, y deja los pimientos reposar tapados 5 minutos . Retira el film cuidadosamente para pelar los pimientos y retirar las semillas.