Si no le has pedido a tu carnicero que te abra las pechugas o el lomo porque no sabías aún qué receta hacer, tendrás que abrir en libro la carne, sin llegar al final, para poder introducir el relleno. El proceso es sencillo si tienes buenos utensilios: un cuchillo bien afilado y una tabla , perfectamente higienizada y, a ser posible, de las que no perjudican la hoja de los cuchillos. Si son unas pechugas, sujétalas firmemente y haz un corte primero sin llegar al final y luego otro que sí llegue al final para separar tu primer libro. Con el lomo, lo mismo, si tienes un lomo entero, ve haciendo cortes, primero sin llegar al final y luego cortando la pieza. Lo más común para lo que utilizamos ese corte es para hacer libritos de lomo rellenos con jamón cocido y queso . Similares son los flamenquines (típicos de Córdoba) pero en ese caso se preparan enrollados. De la familia de rebozados que les encantan a los niños están también los san jacobos, solo con jamón cocido y queso empanado y rebozado, que también se pueden preparar con berenjena . Recetas de libritos que te encantarán: