Una de las tartas más populares de los últimos tiempos es la tarta de zanahoria, un bizcocho jugoso a base de zanahoria, muy sabroso, y cubierto de un cremoso frosting hecho con queso crema y azúcar a los que pocos podrán resistirse. Sin embargo, preparar este delicioso postre requiere una serie de trucos para conseguir la tarta de zanahoria perfecta. Una receta que podrías preparar es este riquísimo pastel de zanahoria de Cocina Fácil, que además es perfecto para toda la familia.
Para que te quede jugoso, lo más importante es humedecer el bizcocho de zanahoria. Una vez hecho, ¿sabrías cómo conservar un bizcocho de zanahoria? Para conservar la humedad, y tenerlo en perfectas condiciones, lo ideal sería guardarlo en una tartera de manera que quede aislado del resto de alimentos.De esta forma, podrás conservarla hasta una semana en condiciones óptimas. Sigue nuestros consejos para conseguir una tarta de zanahoria auténtica (¡y sin errores!):
1. No respetar la proporción de ingredientes en la receta
Que la pastelería es una ciencia exacta es algo que siempre deberíamos tener en cuenta, ya que en el momento que improvisamos con los ingredientes y añadimos un poquito más de esto o ponemos un poquito menos de aquello, el resultado será diferente, y seguro que inesperado. Por eso es imprescindible respetar las cantidades de ingredientes que nos dicte la receta si queremos que el pastel de zanahoria nos quede perfecto.
2. Cocinar las zanahorias
Uno de los mayores errores que podemos hacer al elaborar una tarta de zanahoria es cocinarlas, ya que al hacerlo, además de restarle todas las vitaminas, estaremos modificando el sabor y la textura. La gracia de la tarta de zanahoria es que tenga sabor a zanahoria, por ello es fundamental agregarla a la masa cruda y rallada. De manera que cuando el bizcocho esté horneado, tenga trocitos de zanahoria en la masa.
3. Utilizar mantequilla en lugar de aceite
Habrá recetas de bizcochos que necesiten mantequilla, y otras como el caso de la carrot cake, que por su combinación de ingredientes. La mejor opción es el aceite de girasol, de manera que el bizcocho quede más ligero y esponjoso. Y el sabor del aceite no altere el gusto de la masa.
4. No tamizar la harina
Otro error que podría costarnos arruinar la tarta es no tamizar la harina junto con la levadura antes de incorporarlas a la masa. Al pasar ambos ingredientes por el tamiz, lo que conseguimos es una textura mucho más fina que nos proporcionará una masa lisa y homogénea sin la presencia de grumos. Si además utilizas especias para aromatizar como la canela, el momento de agregarla es junto con la harina y la levadura tamizadas.
5. Olvidarte de engrasar el molde
Algo tan simple como engrasar el molde antes de verter la masa y hornear la tarta puede darnos un desastroso resultado. Ya que no será del agrado de nadie que la mitad del pastel se quede adherido a las paredes del molde cuando vayas a desmoldar la tarta justo después de haberla horneado. Lo mejor es engrasar la base y las paredes del molde extendiendo unas gotas de aceite de oliva.