Seguro que alguna vez te has preguntado por qué se llama César esta ensalada. Nada que ver con emperadores romanos, pero sí tiene algo que ver con un italiano... Esta ensalada fue creada por un cocinero de esa nacionalidad pero en México, concretamente en Tijuana, un siglo atrás. Remigio Murgia la bautizó así en honor a su jefe, César Cardini. Y el origen, como de tantas otras recetas, nació de un apuro, porque el cocinero tuvo que echar mano de lo que tenía a mano para satisfacer a sus invitados. Hoy se comercializan numerosas salsas César para ensalada, envasadas, aunque con ciertas diferencias con la original. Aunque no se sepa a ciencia cierta si aquella llevaba o no anchoas o lo que le daba su sabor característico era la salsa Worcestershire (también conocida como worcester o perrins). Si quieres probar variantes de esta mítica ensalada, pruébala con galletas de parmesano o con espinacas y pollo. Para hacer los picatostes te irá bien congelar antes las rebanadas de pan. Bastará con que las metas en el congelador, separadas, durante 2 o 3 horas. La idea es que no se congelen del todo, solo que se endurezcan para que cortar los dados iguales sea más sencillo.