Las magdalenas tienen muchas cosas buenas. Son esponjosas y dulces, su pequeño formato las hace perfectas para tomar en los desayunos y meriendas, son fáciles de hacer (al final, la masa se parece mucho a la de un bizcocho básico) y, como son en formato pequeño, son fáciles de guardar y conservar en perfecto estado varios días dentro de una caja hermética. Además, las magdalenas tienen ese punto nostálgico, que nos lleva a la niñez, posiblemente a las magdalenas que preparaban nuestras abuelas en casa, y ese olor inundaba la cocina y la casa y nos hacía sentir más felices. Sí, seguramente es lo que se siente al morder una madalena y dejar que su sabor nos transporte: felicidad. Pero volvamos a lo práctico. Para preparar magdalenas en casa, debes tener dónde cocerlas. Parece obvio, pero las posibilidades son variadas y algunas llevan a error. Si tienes un molde para muffins , perfecto. Puedes poner las cápsulas de papel rizado dentro y el propio molde aguantará la forma de la magdalena. Porque si intentas hacerlas solo con los moldes de papel, lo más seguro es que el peso de la propia masa en crudo las "espachurre", dé de sí el papel y te queden unos dulces más cercanos a unas tortitas que a unas magdalenas. Así que el molde es importante. También puedes utilizar moldes para magdalenas más gruesos, de cartón más que de papel, esos sí aguantarán la forma. En cuanto a la cobertura de buttercream , es una crema de mantequilla batida con azúcar y leche a la que, en este caso, hemos añadido extracto de vainilla y semillas de vainilla, para conseguir un sabor distinto y delicioso que combina muy bien con la masa de las magdalenas. Y así, al decorar las magdalenas con un copete de cobertura, es como las convertimos en cupcakes. Si después de hacer esta receta te entra el gusanillo de probar más recetas de magdalenas, no te pierdas las de plátano y chocolate , una combinación de 10; las de requesón y arándanos o las de frambuesa , que están deliciosas. Otras coberturas para tus magdalenas Buttercream de cacao. En lugar de añadir vainilla a la crema de mantequilla, agrégale 1 o 2 cucharadas de cacao en polvo. Buttercream de colores. La conseguirás añadiendo una pizca de colorante en polvo o en gel del color deseado a la buttercream básica. Nata montada. Es fácil de preparar, solo tienes que batir nata para montar con un contenido de materia grasa de mínimo 35%. Trufa. La conseguirás batiendo la nata para montar con un poco de cacao en polvo.