Croquetas de queso de cabra y cebolla caramelizada, el aperitivo perfecto con la mezcla más deliciosa

Si te gustan las croquetas, esta es tu receta, quedan súper melosas por dentro y doraditas por fuera. No podrás resistirte a lo deliciosas que quedan. ¿Te animas a prepararlas?

Marina Blanco, colaboradora de Cocina Fácil
Marina Blanco

Experta en cocina

Croquetas de queso de cabra y cebolla caramelizada
Cocina fácil
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Temporada:

Todo el año

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Ya sea para el aperitivo, para un picoteo rápido, o para compartir en familia, las croquetas caseras son siempre una buena forma de empezar una comida. Son fáciles de preparar, baratas, y además siempre gustan a todos.

Podrás prepararlas como más te gusten, ya que gracias a su masa de bechamel, cualquier relleno les va a la perfección. Si te gustan las croquetas clásicas, te recomendamos que pruebes estas croquetas de huevo y jamón. Y si te apetecen nuevas recetas de croquetas, no te pierdas nuestra receta de hoy: croquetas de queso de cabra y cebolla caramelizada.

Cómo hacer la bechamel

Para que te queden perfectas, lo más importante es la bechamel y para conseguir la textura idónea, el truco está en pesar la misma cantidad de harina que de mantequilla. ¡Te lo contamos paso a paso en este vídeo!

Cómo hacer el roux

Después tendrás que hacer un roux, para ello bastará con derretir la mantequilla en una cazuela, agregar la harina, y cocinarla brevemente hasta formar una pasta homogénea.

Será el momento de agregar poco a poco la leche sin dejar de remover con las varillas hasta que tengas lista la masa.

A continuación, te dejamos el paso a paso con toda la receta para que las prepares en casa y sorprendas a todos tus invitados. ¡Están deliciosas!

Ingredientes paraCroquetas de queso de cabra y cebolla caramelizada, el aperitivo perfecto con la mezcla más deliciosa

  • Para las croquetas
  • 100 gramos de rulo de queso de cabra
  • 225 gramos de cebolla
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 cucharadita de vinagre balsámico
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 50 gramos de harina
  • 50 gramos de mantequilla
  • ½ litro de leche
  • Pimienta
  • Nuez moscada
  • Sal
  • 1 hoja de laurel
  • Para el rebozado
  • Harina
  • Huevo
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva

1. Carameliza la cebolla

Pela y corta la cebolla en una juliana fina para rehogarla en una sartén con una cucharada de aceite bien caliente. Sazona con una pizca de sal, agrega el azúcar y el vinagre, y remueve para cocinar la cebolla a fuego medio durante 10 minutos hasta que se caramelice. Deja que la cebolla se atempere a temperatura ambiente. Retira la parte blanca del rulo de queso de cabra y córtalo en daditos.

2. Prepara la bechamel

Calienta la leche en una cazuela con el clavo de olor y la hoja de laurel, y retira del fuego cuando llegue a ebullición, y retira la hoja de laurel y los clavos. Derrite la mantequilla en una sartén grande antiadherente, vierte la harina, y remueve con las varillas un par de minutos para que se tueste y obtengas un roux. Agrega la leche en hilo moviendo continuamente con las varillas hasta obtener una salsa bechamel homogénea. Agrega la cebolla caramelizada y el queso de cabra, y remueve la masa para que todo quede bien integrado.

3. Deja reposar la masa

Vierte la masa en una fuente de cristal, y cúbrela con film transparente de manera que el film quede en contacto con la masa. Deja reposar la masa en la nevera al menos durante un par de horas.

4. Reboza y fríe las croquetas

Toma porciones de la masa con una cuchara, y forma bolitas con las manos. Para ello, puedes untarte las manos con unas gotas de aceite de oliva, así evitarás que la masa se te quede pegada. Pasa las croquetas por harina, huevo batido y pan rallado, y fríelas por tandas en una sartén con aceite de oliva bien caliente hasta que queden doraditas. Deja las croquetas sobre papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite y sírvelas de inmediato.

El objetivo es conseguir mantener la textura crujiente y el interior cremoso, y para ello, lo ideal es freír las croquetas justo antes de servir. Si tienes invitados o prefieres prepararlas con antelación, puedes congelarlas una vez rebozadas. Después solo necesitarás unos minutos extras de fritura para que queden perfectas. ¡Tus croquetas estarán listas y con todo su sabor!

Estas croquetas no solo son deliciosas como aperitivo, también pueden ser el acompañamiento perfecto para una ensalada o una crema de verduras. Y si te gustan los contrastes de sabores, prueba a servirlas acompañadas de una mermelada de pimientos rojos o un toque de miel. Te animamos a prepararlas porque te aseguramos que sorprenderán a todo el que las pruebe.

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