¿A ti también te pasa que en cuanto llega el otoño te entran ganas de dulce? La bajada de temperaturas, el cambio de hora, las tardes lluviosas y los planes caseros son los responsables de que eche mano de mi recetario de dulces buscando aquellos que además están en plena temporada como es el caso de la calabaza, la manzana, el membrillo, la granada, la mandarina o las castañas. Estas en concreto dan muchísimo juego, ya sea en forma de bizcocho esponjoso con salsa de caramelo , de flan de castañas (tienes que probarlo porque está increíble) o mousse de puré de castañas y chocolate . En esta ocasión te propongo que te animas a elaborar una espectacular crema dulce de castañas que vas a poder tomar sola o acompañada en otras recetas . Primero tienes que hacerles un corte en la piel y escaldarlas para poder pelarlas sin dificultad. Deja que enfríen ligeramente para no quemarte, y procede a retirar la piel. A continuación cuécelas con vainilla y cáscara de limón para darles sabor y que se queden blanditas. Por último, tendrás que triturarlas hasta lograr la consistencia deseada. Puedes utilizarla para untar directamente sobre tostadas o queso en tus desayunos, postres y meriendas. También es perfecta para rellenar creps, magdalenas, galletas, obleas, postres en vasitos o macarons. ¿El dulce te ha abierto el apetito y te apetece algo salado para compensar? Aquí tienes varias recetas con las castañas como flamantes protagonistas, como por ejemplo pintada asada con castañas , guiso de cordero con castañas , ternera asada con salsa de manzana y castañas o tarta de hojaldre salada . Consejos para una crema dulce de impresión Esta crema dulce de castañas es muy fácil, pero necesitas conocer algunos trucos para que te quede 100% irresistible. El primero es escoger las mejores castañas, como te explicamos más abajo. El segundo truco es darle a la crema el punto justo de cremosidad. Si la estás triturando y ves que está demasiado líquida, sigue cociéndola hasta que espese a tu gusto. ¿Te pasa justo lo contrario y está demasiado espesa? Aligérala sin problema añadiendo líquido poco a poco. Un truco para evitar que la crema quede muy líquida es no añadir la leche de golpe, sino por partes, según vayas necesitándola. Cuando lo hagas, asegúrate de que no está fría o ralentizará la cocción. Puedes darle un golpe rápido de calor en el microondas. Por último, no te pases con la vainilla. Si agregas demasiadas semillas, destacará demasiado y tapará el sabor de las castañas. ¿Sabes escoger castañas? Una materia prima de calidad es la clave de una buena receta, así que tenlo en cuenta a la hora de comprar las castañas. Antes de llevártelas a casa, comprueba su procedencia, su fecha de caducidad y otra información de interés. Escoge castañas con la piel brillante y que estén duras y firmes: tócalas para comprobar que están hidratadas. Las más redondeadas suelen ser las más jugosas. Descarta las que estén secas, sean demasiado planas, tengan golpes, manchas, arañazos o agujeros. En la medida de lo posible, tómate tu tiempo en elegirlas: lo ideal es que sean de tamaños similares para que se cocinen por igual y no queden unas más crudas que otras. Cuando llegues a casa, lávalas y sécalas bien para dejarlas libres de suciedad e impurezas. Puedes conservarlas en la nevera durante 15 días máximo. Para prepararlas tendrás que hacerles un corte en cruz en la parte abombada o una muesca en el lateral.