¿Y tú, cómo haces la crema de calabacín ? ¿Triturando sin más las verduras? Si quieres convertir este plato sencillo en algo extraordinario, prepara tu crema con puerro , patata y calabacín y luego decórala con daditos de zanahoria y un crujiente de queso manchego preparado al horno. Ya verás cómo el resultado y la presentación mejora mucho. La crema de calabacín es un plato que puedes preparar todo el año ya que esta hortaliza se puede encontrar sin problemas en cualquier fecha pero cuando llega su temporada álgida es con los meses de calor. Si tienes la suerte de contar con un huertecito ya sabrás cuánto crecen y cuánta producción dan. ¡Hasta las flores antes de convertirse en fruto se pueden comer! Siempre están mejor los calabacines de un tamaño no muy grande, pero para la crema sí podrías emplear los grandes, con cuidado de retirar las semillas que se engrosan y endurecen cuando crecen. Si te encanta preparar platos originales con calabacines, prueba unas tartaletas de parmesano con flor de calabacín y jamón ibérico , unos suculentos calabacines rellenos o un pastel de calabacín y requesón . Más ideas para la crema de calabacín con teja de queso manchego El crujiente de queso le da un sabor riquísimo, puedes hacerlo también con otro queso de sabor intenso como el parmesano o el pecorino. También puedes variar de crujiente y hacerlo con jamón serrano al horno sobre papel sulfurizado y luego desmenuzarlo por encima o servirlo entero en teja. Si quieres enriquecer aún más la crema de calabacín, añade unos quesitos en porciones en la cocción o un chorrito de crema de leche. Si no quieres poner el horno, en lugar de los daditos de zanahoria y el crujiente de queso, sustitúyelo por virutas de jamón ibérico. Queda extraordinario.