Adictos al chocolate: atentos. Vamos a enseñaros cómo de fácil es hacer un coulant . No, este postre no solo es apto para restaurantes, se puede hacer en casa y no se tarda nada. Cuando veas lo sencillo que es conseguir ese interior líquido y humeante se va a convertir en el postre estrella de los fines de semana o de las ocasiones especiales. Este lo hemos preparado siguiendo una receta clásica pero hemos querido darle un toque más actual sirviéndolo con un delicioso helado de frambuesa. Si quieres que tu postre sea más clásico, recurre al helado de vainilla. Los coulants se preparan casi como cualquier otro bizcocho con la particularidad de que llevan una menor cantidad de harina. Lo correcto es usar un chocolate de calidad, será lo que marque la diferencia entre un coulant pasable y otro digno de un buen chef . Una vez tengas mezclados todos los ingredientes solo debes dar un paso previo al horneado: congelar la masa, dentro de sus moldes, durante por lo menos una hora aunque lo recomendable sería esperar hasta que hubieran transcurrido 3. Nuestra propuesta es que cuando vayas a prepararlos para una comida o cena con amigos los hagas lo primero y luego congeles. Después prepara el resto de platos que vayas a servir y cuando lleves a la mesa el segundo plato, aprovecha para meterlos en el horno precalentado. No te olvides de programar un reloj de cocina para no pasarte del tiempo. ¡Es clave para conseguir ese interior derretido y humeante! Consejos: Si quieres aprovechar el tiempo al máximo, empieza fundiendo el chocolate y luego bate los huevos con azúcar. De esta manera se habrá templado cuando tengas que mezclarlo y así no tendrás que estar esperando sin hacer nada. Importante tamizar la harina. Siempre lo advertimos hasta para los bizcochos más sencillos pero en este es muy importante. Queremos que nos quede un bizcocho fino y delicado y sobre todo, que no se note ningún grumo en la parte de chocolate líquido que ha de quedar en el centro.