Aunque el bizcocho de boniato no es el más conocido de los bizcochos , cuando lo pruebes, seguro que lo incorporas a tu recetario de repostería casera. Se trata de un dulce con este alimento típico de otoño como estrella invitada, que le aporta un dulzor muy especial. Lo decoramos con un glaseado de limón que resbala por los lados de la corona y se decora con frutos rojos y frutas desecadas. Este bizcocho de boniato es sencillamente espectacular. ¿Sabes que también puedes incorporar el boniato a platos salados? Echa un vistazo a este bacalao con crema de boniato o al salmón con boniato al horno . El glaseado además de sabor confiere un aspecto superapetitoso a los bizcochos, como en esta versión del bizcocho de plátano y granada o en el glaseado de canela con pistachos. Otros bizcochos con aire otoñal son este de calabaza y nueces o el bizcocho de castañas . Trucos para sacar más partido al bizcocho de boniato Asar boniato rápidamente. Lávalo frotándolo con un cepillo, retira los restos de raíz y tierra que pueda tener y sécalo. Pínchalo con un tenedor o cuchillo afilado por toda su superficie. Colócalo en un plato tapado o un recipiente apto para el microondas. Introdúcelo y prográmalo a la máxima potencia durante 5 minutos si es pequeño y entre 8 y 10 si es más grande. Comprueba con cuidado el punto de la pulpa pinchándolo con un cuchillo (tiene que estar tierno por todas partes). Si aún ofrece resistencia, dale la vuelta y vuélvelo a calentar en intervalos de 30 segundos hasta obtener la consistencia deseada. La preparación del molde. Tras engrasar el molde con aceite o mantequilla, enharínalo ligeramente y, luego, vuélcalo y dale unos golpecitos para que caiga el exceso de harina. Aumentar la esponjosidad. Si incorporas separadamente las yemas y las claras, y estas últimas las bates a punto de nieve, te quedará mucho más esponjoso. En su punto justo. Sabrás que el bizcocho ya está hecho cuando, al pincharlo con un palillo, salga limpio pero algo húmedo; si no, quedaría seco. Más coberturas. También puedes realizar la misma decoración con chocolate fundido en lugar de la glasa de limón. Y otra opción es decorarlo con frutos secos en vez de con frutos rojos: nueces, almendras, pistachos... Save food. Si te sobran frutos rojos y no sabes qué hacer con ellos, ni se te ocurra tirarlos. Se pueden congelar perfectamente. Lávalos, sécalos bien y mételos en el congelador en una bandeja o un recipiente plano para que se congelen separados. Luego, una vez congelados, los puedes pasar a una bolsa o a un recipiente y usarlos para decorar otros postres, añadirlos al yogur en los desayunos o las meriendas, hacer helado casero...