De carne firme, con un delicado sabor a marisco y sin molestas espinas, el rape es un pescado blanco muy apreciado en la cocina.
Considerado por los chefs como un manjar exquisito que nos ofrece el mar, con él se pueden realizar infinidad de preparaciones y siempre queda delicioso.
El rape está tan rico en calderetas, como al horno, al vapor o, simplemente, pasado por la plancha.
Hoy, en Cocina Fácil, te redescubrimos una receta clásica que tiene al rape como protagonista principal: una cola de rape alangostada. Ideal como plato ligero para servir en cualquier celebración o cena especial, este rape es uno de los primeros trampantojos culinarios, porque, gracias a untarlo con una mezcla de pimentones, se consigue que tenga el aspecto de una cola de langosta. Si te animas a cocinarlo, triunfarás seguro (y por menos dinero del que supondría servir langosta, claro...).
Nuestra receta de rape alangostado es facilísima de elaborar y con un resultado de cine. Lo primero que tienes que hacer es retirar la espina central del pescado, las pieles y las telillas para obtener dos lomos (o pedirle a tu pescadero que te lo haga así).
Luego, ata los lomos de rape bien con hilo de bramante como si fuera un redondo de carne, sazónalos, úntalos con aceite y rebózalos con una mezcla de pimentón dulce de la Vera y pimentón picante.
Procura que los rulos de rape queden bien impregnados por todas partes. Así quedarán perfectos. A continuación, séllalos unos minutos en una sartén, cuécelos en el horno y… listos. Solo te quedará cortarlos en medallones y servirlos con una salsa de cóctel.
Si te gusta este pescado y buscas inspiración, puedes preparar unas colitas de rape con romesco, unas cazuelitas de rape y langostinos o un rape con salsa de tomate.