Las carrilleras son una pieza de carne muy especial. Las que hemos cocinado aquí son de ternera pero las cerdo también quedan deliciosas en todo tipo de guisos . Su particularidad es la textura melosa que adquiere la carne al guisarla y lo bien que suele ir con sabores dulces. Pero eso sí, es una carne que requiere de un guiso, de esos que se hacen a fuego lento y hay que dejar durante un buen rato haciéndose. Por lo demás, no hemos querido complicarnos demasiado y simplemente va acompañado de varias verduras y hortalizas . Primero hay que dorarlas y después cocinarlas con la carne para que se combinen todos los sabores. Nosotras hemos utilizado calabacín, zanahoria y pimientos verde y rojo pero se le puede poner lo que quieras o tengas más a mano, incluso frutas. Las hierbas aromáticas que hemos usado también son muy importantes y son capaces de cambiar el sabor del guiso por completo. Tú puedes usar la combinación que más te guste pero en un guiso de carne no pueden faltar los clavos de olor. Eso sí, recuerda extraerlos antes de servir pues no se pueden comer. A la hora de guisar la carne, hemos utilizado un vino de Jérez, además de agua, claro. Este vino es dulce y combina a la perfección con las carrilleras pero también puedes ponerle vino blanco que no sea demasiado seco o un vino tinto. Consejos: Si no eres demasiado hábil con el cuchillo, pide en la carnicería que limpien las piezas de carrillera por ti . Aún así, una vez vayas a cocinarlas, deberías darles un repasito y terminar de retirar la grasilla que pueda quedarles. En la receta hemos puesto unas patatas asadas al horno como acompañamiento pero si quieres también puedes ponerlas directamente en el guiso. Esto también hará que tenga más consistencia gracias a la fécula que suelta la patata. Ponlas peladas y cortadas en dados grandes una vez agregues el agua a la olla.