Conocida como refrito, pringue, picadillo o menudillo , la cachuela es una receta que forma parte de la tradición extremeña más ancestral . Se trata de una especie de paté, sabroso y de textura densa y untable, realizado con hígado de cerdo frito , que era consumido por los pastores y campesinos, para soportar las largas horas de trabajo que les esperaban en el campo. Con un aspecto similar a la manteca colorá de Andalucía, la cachuela está elaborada con hígado de cerdo ibérico , manteca –también de cerdo ibérico–, dientes de ajo y pimentón de la Vera . También puede llevar otros condimentos como comino, pimienta negra o laurel , pero la elección de unos u otros va en función gustos de cada cocinero o cocinera. Aunque hoy en día se puede encontrar ya preparada en numerosos supermercados y tiendas gourmets de nuestro país, vale la pena meterse en los fogones para preparar este delicioso plato en casa, ya que es muy sencillo de hacer . Un plato muy nutritivo Ideal para toda la familia, tanto para los pequeños de la casa como para los mayores, la cachuela es perfecta para tomar a la hora del desayuno , sobre todo si te apetece empezar el día cargada de energía. También es una estupenda opción de picoteo para servir antes de las comidas. La mejor manera de comerla es untada sobre molletes o rebanadas gruesas de pan de miga densa . Y, algo muy importante, sobre todo que estén tostaditos. Y es que la manteca, en contacto con el pan caliente, suelta una grasa y un caldito que están de rechupete. Consejos y variantes Parece ser que, aunque en la actualidad solo se utiliza el cerdo para realizar la cachuela, antaño también se preparaba con asaduras de conejo o pollo. A la hora de elaborar la cachuela puedes machacarla con un tenedor , como se hacía tradicionalmente, para encontrar trocitos enteros de hígado, o utilizar una batidora de mano sencilla , para una textura más fina. También puedes usar un robot de cocina más sofisticado, pero la pasta te quedará demasiada triturada. Mientras se enfría la cachuela es fundamental removerla de vez en cuando . De esta manera, la grasa quedará bien integrada con el resto de ingredientes.