Aunque actualmente se elaboran buñuelos de centenares de formas, rellenos y aromas distintos, la receta más clásica es, sin duda, la de los de viento de Cuaresma. Llamados así porque son especialmente ligeros gracias a las burbujas de aire que tienen dentro, tradicionalmente se tomaban en Cuaresma y Semana Santa. Antaño, se encontraban en las pastelerías solo el miércoles y el viernes de ese período del calendario. Ahora se pueden comprar cada día. Aun así, como su elaboración es muy sencilla , siempre han sido unos dulces muy caseros. De hecho, es una receta ideal para que los pequeños de la casa se inicien en la repostería y echen una mano en la cocina. Ellos se pueden encargar de integrar la masa y darle forma y los mayores, de freír. Si te ha convencido esta receta, prueba los buñuelos de viento rellenos de chocolate , los buñuelos de viento rellenos de trufa o los buñuelos de manzana . No te defraudarán. Variantes de los buñuelos de viento de Cuaresma: Para intensificar el aroma de los buñuelos, añade una cucharadita de anís en grano a la masa. Si te gusta emplear alcohol en la repostería, agrega un chorrito de vino dulce tipo moscatel a la masa o llena un vaporizador con anís y espolvorea los buñuelos con el licor justo antes de servirlos. Dale un toque diferente a la receta y espolvorea los buñuelos con azúcar avainillado.