Échale un vistazo a tu agenda, busca el próximo evento digno de celebrar con las personas que quieres y comparte con ellas un trocito de este suave y cremoso bizcocho. Aunque lleva leche condensada, esta receta de bizcocho de café tiene una mezcla de sabores perfectamente equilibrada. El resultado es un delicioso bizcocho de miga densa y húmeda, muy tierna y no excesivamente dulce. Si te sobra algún trocito, envuélvelo en film transparente y déjalo mejor en la nevera, dentro de un recipiente cerrado. Al día siguiente estará igual de tierno cuando para desayunar. Si te apetece probar otros postres con leche condensada, te proponemos algunas recetas. Empieza por el flan de leche condensada con bizcocho, el bizcocho de leche condensada , glaseado con mermelada o un bizcocho de limón cubierto de fresitas . Ideas para que tu bizcocho de café con leche condensada sea un éxito Tener en casa un molde de silicona antiadherente te facilitará muchísimos el desmoldado de este bizcocho de café con leche condensada. Si no, tendrás que dedicar unos minutos a preparar el molde para evitar que tu bizcocho se quede pegado cuando intentes sacarlo. Engrasa siempre el molde que hayas elegido con una nuez de mantequilla o con unas gotas de aceite de oliva suave o de girasol, y espolvoréalo después con 1 cucharada de harina. También puedes forrar el molde por dentro con papel sulfurizado y pintar toda la superficie con aceite o mantequilla derretida. Si quieres que la glasa para cubrir el bizcocho de café sea más densa, agrega a la leche condensada 1 cucharada de azúcar glas; remueve despacio con un tenedor, sin batir la preparación, hasta integrarlo. ¿Ya está a tu gusto? Perfecto. Pero si te parece que la glasa todavía no está lo suficientemente espesa para ti, incorpora un poco más de azúcar glas y vuelve a remover hasta que tenga la textura deseada. La presentación te quedará más resultona si espolvoreas el bizcocho con 1 cucharadita de café soluble o repartes por encima unos granos de café, enteros o ligeramente machacados. En ese caso, es importante que decores el postre nada más cubrirlo con el glaseado; si esperas a que la glasa se seque y se solidifique los granos de café no se quedarán adheridos y acabarán “saltando” del bizcocho.