La paella es uno de los buques insignia de nuestra gastronomía pero, lejos de convertirse en un reclamo exclusivamente para turistas, es una receta llena de vida que sigue siendo el plato preferido de muchos españoles y que, además, admite un gran número de variaciones. Podemos preparar paellas de carne, de pescado, mixtas, de verduras, la clásica valenciana (con judías verdes y garrafones) , incluso hay quien las elabora con caracoles o carne de pato. Eso sí, todas tienen siempre dos ingredientes en común: el arroz y el sofrito , que comparten con otras recetas igualmente suculentas como las de un buen arroz meloso . El secreto para que quede en su punto , ni muy caldoso ni excesivamente seco, es que la variedad de arroz elegida sea rica en almidón (como el bomba de esta receta), y también removerlo mientras se cocina, para que lo libere y el plato quede tan jugoso como se pretende. La receta que has visto en el vídeo, con secreto ibérico y alcachofas, es un buen ejemplo de ello. Además, no necesitas demasiados ingredientes para prepararla y queda realmente espectacular. Te recordamos con qué se hace y te damos el paso a paso en detalle. Una de las claves de esta receta es freír el secreto en su propia grasa (sin añadir nada de aceite), con lo que los dados de carne se sellan mejor y quedan súper crujientes. Además, al utilizarla luego para hacer el sofrito, el arroz gana en matices y aromas. En cuanto al pimentón, lo hemos usado dulce, pero puedes utilizar también una pizca de pimentón picante si te gusta darle un toque extra "de alegría", o sustituirlo por unas hebras de azafrán . Si después de cocinar este plato quieres explorar más el apasionante mundo de los arroces melosos , prueba también este con conejo y pollo , con un toque de vino oloroso que seguro te sorprenderá gratamente, o este otro, más marinero, con sepia y gambas al ajillo . Si te sobra arroz meloso , puedes darle una segunda vida con el truco más fácil que hayas visto: úsalo como base para preparar unas croquetas de arroz espectaculares al día siguiente. Solo tienes que mezclarlo con un poco de queso rallado y huevo , formar bolitas , pasarlas por pan rallado y freírlas . ¡Te sorprenderá cómo cambia de textura pero consigues un resultado irresistible de todas formas! De esta manera, aprovechas al máximo esta receta espectacular, disfrutando de nuevas formas de saborearla. Te gustará tanto que en tu próxima reunión no querrás hacer arroz meloso de secreto y alcachofas si no que querrás servir croquetas de este.