El secreto de esta receta es la rica salsita que acompaña las almejas y las alcachofas . Se realiza con cebolla, vino blanco, ajo, tomates secos … y, para que quede más ligada y espesita, se le agrega casi al final de la cocción un poco de harina diluida en agua. Ten presente que el líquido que sueltan las almejas es muy salado. Así que, no será necesario que añadas sal al plato.