¿Una receta de albóndigas por menos de 400 calorías? Sí, se puede. Porque si en lugar de freírlas en aceite las cueces en el horno . Y si en lugar de una salsa más elaborada preparas una salsa verde a base de perejil y ajo con caldo de verduras, ya estás reduciendo y mucho el aporte de grasas de la receta. Eso sí, para darle un toque de distinción, hemos añadido un poco de cava a la salsa, y también unas avellanas picadas que consiguen una textura más densa y un punto crujiente que le va muy bien a la receta. El tamaño de las albóndigas va a influir en el tiempo de horneado, tenlo en cuenta. Si las haces mini, reduce un poco el tiempo de horno. Estas tienen un tamaño perfecto para comerlas en mitades, algo bastante aconsejable porque así puedes bañarlas en la salsa cada vez que te llevas un pedazo a la boca. Las albóndigas de pescado, como estas de merluza o las de bacalao , igual que las hamburguesas de pescado , son un gran invento para los que tienen niños en casa que se niegan a comer pescado. Porque las asocian a un plato de carne y el sabor del pescado queda enmascarado por la salsa que lo acompaña y los demás ingredientes (huevo, harina...). Otras salsas para las albóndigas de salmón: Más allá de la clásica salsa de tomate o de la salsa verde que te mostramos en esta receta, puedes preparar otras salsas que quedan deliciosas con estas albóndigas de salmón. Salsa de almendras. Se prepara con almendras tostadas, caldo de pollo, vino blanco, un poco de pan duro, cebolla y ajo (el ajo es opcional). Primero pochas las cebollas y el ajo, añades el vino y dejas que evapore el alcohol, añades el caldo, el pan y las almendras picadas, cocinas unos minutos todo junto y luego lo trituras hasta lograr la textura deseada. Salsa de champiñones. Trocea los champiñones y una cebolla y póchalos en una sartén con aceite. Añade nata para cocinar, salpimienta y tritura. Salsa de quesos. Funde unos cuantos quesos distintos (puedes aprovechar para dar salida a las puntas que tengas en la nevera) en un cazo con un poco de mantequilla. Cuando estén fundidos, añade un poco de nata líquida para cocinar y remueve hasta que se integre. Salpimienta a tu gusto y sirve esta salsa sobre las albóndigas.