Fresquito, con una textura cremosa y un sabor exquisito, el ajoblanco es una auténtica delicia para el paladar. Si eres fan de este plato, tan típico de Málaga, y siempre que puedes lo incorporas a tus menús familiares, la idea de hoy te va a entusiasmar porque, además de estar muy rica, queda supervistosa. Se trata de un ajoblanco presentado en vasitos y acompañado con trocitos de pepino, unas bolitas de melón y sorbete, también de melón. Sírvelo un día que tengas invitados en casa y… triunfarás. La elaboración del ajoblanco es rápida y muy sencilla. En nuestra receta solo tienes que hornear las almendras para que queden tostaditas y, luego, triturarlas con el resto de ingredientes hasta obtener una crema fina y homogénea. Respecto al sorbete, también es fácil de realizar, pero necesita tiempo de reposo en el congelador. Si esta sugerencia te ha gustado, también te encantará el ajoblanco frío con uvas , el ajoblanco con gelatina de Oporto o el ajoblanco con langostinos . Consejos y variantes para el ajoblanco con pepino y sorbete de melón Puedes acompañar el ajoblanco con un sorbete de limón . Hacerlo es fácil: prepara un almíbar con 200 ml de agua y 100 g de azúcar, y añade el zumo de 5 limones. Repite el proceso de congelación del melón y listo. En lugar de pepino, puedes servirlo con unos trocitos de uva , que es una de las presentaciones más clásicas. También puedes optar por jamón serrano crujiente . En el momento de comprar las almendras , elige una variedad que sea de buena calidad. ¡Notarás la diferencia! También puedes preparar el ajoblanco con almendras sin tostar. La víspera, déjalas en la nevera dentro de un recipiente con agua. Así cuando las tritures la textura quedará mejor.