El verano además de buena temperatura y buenas sensaciones llegan las sopas frías a nuestras mesas, una auténtica delicia refrescante para el paladar. ¿Has preparado en casa ajoblanco , alguna vez? Es un plato típico de Andalucía y Extremadura, con algunas variantes según dónde se prepare. En Málaga, en el pueblo de Almáchar tienen hasta su propia fiesta del Ajoblanco. Hay varias poblaciones que se disputan su origen remoto, que es anterior al gazpacho, cuando aún el tomate no había llegado a nuestras tierras... El ajoblanco es muy fácil de preparar, en nuestra propuesta solo tienes que hornear las almendras, guardando parte de ellas para decorar. Aunque lo más clásico es utilizar almendra cruda. El resto de ingredientes se trituran hasta obtener una crema bien fina . Nuestra propuesta se enriquece con unos langostinos pelados y salteados. Si te gusta el ajoblanco, prueba otras variedades como el ajoblanco frío con uvas , el de melón con brochetas de fruta o en forma de paté con chips vegetales . Más ideas para el ajoblanco con langostinos Una de las presentaciones más clásicas del ajoblanco es con unas uvas blancas por encima. También puedes poner unas bolitas de melón o incluso manzana. Sírvelo fresquísimo, para ello guárdalo en la parte más fría de la nevera tapado en un recipiente hermético. Se conserva bien 3 o 4 días en el frigorífico. Las almendras son ingrediente fundamental en el ajoblanco, asegúrate de que sean de buena calidad o podrían estropearte la crema. Cómpralas tipo marcona, crudas y luego hornéalas. También se puede preparar con las almendras sin tostar, que es la modalidad más clásica. En ese caso puedes dejarlas en remojo en la nevera con agua el día de antes. Así se hidrata y cuando la trituras se nota menos el grano de la almendra.