El aderezo que añado a los guisantes para que estén buenísimos y se los coman hasta los niños, versión de la receta de la abuela (con guisantes congelados y en 20 minutos)

El truco para hacer unos guisantes supersabrosos no es mío, ya lo hacía mi abuela cuando yo era pequeña. El resultado es un plato ideal para preparar la cena o el primer plato en un tiempo récord.

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

Cargando vídeo: Guisantes con jamón

Cocina Fácil

Guisantes con jamón
Cocina Fácil
4 personas
20 min

5

(2 votos)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Rehogado

Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Las que somos madres sabemos lo difícil que es conseguir que los niños disfruten comiendo verdura. Quien dice verdura, dice alimentos verdes, como los guisantes, que en realidad son legumbres.

Es curioso que los guisantes provoquen en muchos niños una mueca de desaprobación. Tienen un sabor dulce y suave, por ejemplo mucho más que el brócoli o las coles de Bruselas (y no huelen tan mal). Pero no hay manera...

Por eso la receta de hoy es un as en la manga que ya preparaban las madres y abuelas, de hecho es un plato tradicional de la gastronomía española, que adereza los guisantes con jamón serrano y les aporta un contraste de sabores dulce-salado ante el que nadie puede resistirse.

Además, esta receta lleva cebollita pochada y un poco de vino blanco, dos ingredientes que consiguen una salsita deliciosa, ligeramente espesada con un poco de harina. No te preocupes por el vino, hay que dejarlo cocinar unos minutos para que el alcohol se evapore. 

Ingredientes paraEl aderezo que añado a los guisantes para que estén buenísimos y se los coman hasta los niños, versión de la receta de la abuela (con guisantes congelados y en 20 minutos)

  • 600 gramos de guisantes finos congelados
  • 200 gramos de jamón serrano picado
  • 2 cebollas
  • 6 cucharadas de harina
  • 150 mililitros de vino blanco
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta

1. Empieza el sofrito

Pela la cebolla y pícala muy menuda o, si quieres que luego no se noten los trocitos en el plato, tritúrala. Vierte un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia y llévala al fuego, a fuego medio. Agrega la cebolla y póchala unos minutos, removiendo de vez en cuando.

2. Incorpora el jamón

Cuando la cebolla empiece a adquirir transparencia, al cabo de 2 o 3 minutos al fuego, añade a la sartén el jamón serrano bien picado. Remueve y cocina un par de minutos junto con la cebolla, removiendo.

3. Termina la salsa

Espolvorea la harina sobre la cebolla y el jamón y remueve. Tienes que cocinarla durante unos 3 minutos para que se tueste un poco y luego el plato no sepa a harina cruda. Entonces, añade el vino blanco. Remueve bien y deja evaporar el alcohol durante 2 minutos más. Agrega un vaso de agua a la sartén y remueve de nuevo.

4. Incorpora los guisantes

Ahora ya puedes añadir los guisantes a la sartén, sin necesidad de descongelarlos previamente. Remueve y cocina todo junto durante 5 o 6 minutos, hasta que los guisantes estén cocidos y tiernos. Si durante este tiempo ves que se quedan muy secos, añade un poco más de agua.

5. Termina el plato

Sazona el contenido de la sartén con un poco de sal y pimienta recién molida a tu gusto. Cocina todo junto un par de minutos más y ya puedes emplatar. Sirve los guisantes en platos hondos, bien calientes.

Como has visto en el vídeo, para preparar esta receta de guisantes con jamón no hace falta que sea primavera, que es cuando puedes encontrar guisantes frescos en el mercado, porque se elabora con guisantes congelados. Por eso yo siempre tengo una bolsa de guisantes en el congelador, para poder preparar este plato en cualquier momento del año.

Lo bueno de los guisantes congelados es que no hace falta descongelarlos para cocinarlos, con unos minutos de cocción ya están perfectos. Y así, en 15 minutos tienes el plato listo para servir. Una idea genial para una cena exprés, ligera y muy saludable.

Además, los guisantes frescos, también llamados "oro verde" (nos referimos al guisante lágrima) tienen una temporada muy corta y un precio muy alto. Eso si consigues encontrarlos en el mercado, pues son un alimento muy valorado en gastronomía y muchos restaurantes de alta cocina tienen reservada la cosecha de un año para otro. Es el caso de zonas como Cataluña y el País Vasco, donde el guisante lágrima es un auténtico tesoro culinario.

Consejos para tus guisantes con jamón

  • Esta receta de guisantes con jamón es un plato de cuchara si preparas la salsa tal como te hemos indicado en el paso a paso de la elaboración. Pero como habrás visto, puedes añadir el agua del paso 4 o no hacerlo, y dejarlos un poquito más secos, para poder comerlos con tenedor. 
  • En lugar de cebolla puedes usar puerro para hacer el sofrito de la salsa. Tiene un sabor un poco más suave. Y si no quieres que queden trocitos de cebolla (a mi hijo por ejemplo tampoco le gusta), en lugar de picarla puedes triturarla con una picadora de alimentos.

¿Cómo enriquecer tus guisantes con jamón?

Puedes añadir a la receta unas gambas o langostinos pelados, salteados o cocinados a la plancha, y añadirlos al final, a la hora de emplatar. O también puedes añadirlos en crudo a la sartén en los últimos minutos del cocinado, pues necesitan apenas 4 o 5 minutos para quedar tiernos y jugosos.

Si lo prefieres, también puedes agregar unos daditos de pechuga de pollo asado o a la plancha, o unos huevos duros partidos por la mitad o en cuartos.

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