Puede parecer un sueño culinario, pero es real y puede ocurrirte cualquier día de la semana en España. Existe un restaurante donde los cachopos miden un metro de largo y contienen la carne de mejor calidad de Asturias. Está en Madrid y lo lidera Tito, un asturiano nacido en Pola de Allende que comenzó su andadura en hostelería en la tierra de verdes prados y vacas para no mucho más tarde trasladarse a la capital madrileña donde comenzó a trabajar como chef en el restaurante Urumua, del cual actualmente es el propietario.
Urumea ofrece a sus clientes este famoso ‘cachopo de metro’ con tres clases de exclusivos y deliciosos quesos también asturianos: Afuega'l Pitu, La Peral y otro que los funde, sin olvidar el último ingrediente estrella del popular plato asturiano, finas lonchas de un jamón ibérico de gran calidad y jugosidad. Pero además de la carne, el queso y el jamón que lo componen, su rebozado también marca la gran diferencia.
El secreto de su crujiente rebozado
El equipo que lidera el famoso chef cubre la espectacular combinación de ingredientes con un rebozado crujiente -no afecta a su espectacular jugosidad en el interior- que convierte a este cachopo en una buena alternativa para disfrutar de una buena comida en grupo cualquier fin de semana del año en una de las mejores zonas de Madrid. Bar Restaurante Urumea se encuentra emplazado por la exclusiva zona del estadio de fútbol Santiago Bernabeu, en la calle Cochabamba número siete.
“El Tri-Cachopo por metro -también así lo llama Tito- es una mezcla perfecta de tres sabores que combinan y mejoran aún más la divertida experiencia que ha fascinado al público y nos ha traído legiones de fieles”, explica el chef afincado en Madrid en ‘Con mucha gula’, revista digital especializada en gastronomía.
Estos son sus atípicos y deliciosos cachopos
Y lo mejor no queda aquí. Si tú y tus amigos sois de los que os gusta experimentar con nuevos sabores, Tito ha investigado varias opciones hasta que ha dado con dos ‘nuevos cachopos’ que han calado muy bien entre su público. ‘El de morcilla’, con pimientos del piquillo asados, jamón ibérico y la mejor morcilla de Burgos, y ‘El de cecina’, con queso de cabra, cebolla caramelizada y cecina.
Aunque esto no es lo último del Urumea. El famoso restaurante del ‘cachopo de un metro’ no deja de investigar alrededor del popular plato de la gastronomía asturiana, por lo que a las dos anteriores versiones del cachopo se suma una tercera todavía más creativa y, principalmente, la más dulce. Su cachopo dulce -se puede tomar como postre incluso después del tradicional- es una delicia para el paladar.
Así es su exitoso cachopo dulce: la manzana asada es su principal ingrediente
Tito y su equipo de cocineros elaboran esta delicia que se compone de una cobertura de hojaldre relleno de crema pastelera, almendra picada y manzana asada. Un plato que además de ofrecer una explosión de sabores dulces, no defrauda en su presentación. Este cachopo tan diferente se sirve sobre un lecho de palitos de manzana que interpretan a las clásicas patatas fritas que siempre acompañan al plato asturiano.
Eso sí, lo que no cambia es la forma de disfrutarlo. Nadie se quedará con hambre si opta por este postre, ya que está planteado para compartir entre cuatro personas y al mejor precio: por solo 20 euros puedes terminar tu comida en el Urumea con la versión más dulce de su elogiado cachopo.
Otro de sus platos estrellas es su fabada elaborada solo con ingredientes de Asturias
A poca gente no le gusta un cachopo bien hecho como es en este caso, pero Tito también piensa en ellos. El asturiano que anteriormente trabajó en un hotel de Tineo propone en su carta otros muchos platos fundamentados principalmente en carne y pescado de gran calidad o en legumbres. Así pues, en Urumea también destacan como platos estrellas la merluza a la sidra, los callos, el chorizo a la sidra o sus exquisitas croquetas de Cabrales la fabada al horno, pero mención aparte merece su sabrosa fabada asturiana.
Las fabes y todo el compango vienen directamente desde Asturias y se sirven siempre recién hechas. Además, está diseñada no solo para ir a una siesta directa, sino para consumirla en cualquier día laborable. "La hacemos más ligera para que puedas seguir trabajando o para que te pidas un segundo", explica Tito en el ‘El Español’.