La tarta San Marcos, también llamada tarta reina, elaborada con capas de bizcocho, nata, crema de yema quemada, almíbar y trufa es uno de los buques insignia de la repostería tradicional. Tiene casi mil años de historia, y su origen está en el Convento de San Marcos, en León (que, como curiosidad, ahora forma parte de la red de Paradores Nacionales) donde se creó como homenaje a la infanta de ese momento.
Y, lejos de pasar de moda, sigue formando parte de la oferta de un gran número de pastelerías del país. ¿Te atreves a prepararla en casa? Te damos varias opciones para que te animes con ella y quedes como una experta repostera en cualquier celebración familiar o entre amigos.
1. Tarta San Marcos tradicional
El secreto para que te quede tan apetitosa como la Tarta San Marcos original que ves en la foto está en la calidad de los ingredientes y, también, en dedicarle algo de tiempo. Piensa que primero debes preparar el bizcocho y, después, la trufa, la nata y la yema tostada.
Además, antes de cortar el bizcocho en tres discos, debes esperar a que se enfríe (si no, podría romperse fácilmente). Y, para que la capa de crema tostada quede en su punto, guárdala en el congelador mientras montas el resto de la tarta.
2. Tarta San Marcos exprés
Si no tienes demasiado tiempo para elaborarla, puedes optar por montarla con un bizcocho ya preparado previamente porque, al final, es lo que más se tarda en cocinar.
Monta el pastel y decora con unas fresas limpias y cortadas en el centro, para darle un toque de color y frescura.
3. Tarta San Marcos de fiesta
Si la Tarta San Marcos está destinada a una celebración especial, puedes decorarla con unas almendras fileteadas alrededor.
Otra opción que queda muy bien es el crocanti de almendras, o añadir al lateral rosetones de nata con una manga pastelera. Y, como no, siempre puedes darle un toque extra con unos rosetones de trufa por encima.
¿Quieres más ideas sobre cómo preparar tartas originales y apetitosas? Prueba esta refrescante mousse de limón y galleta, una tarta sacher (otra reina de entre las propuestas clásicas), o una socorrida tarta de hojaldre con crema y frutas.