Samantha Vallejo-Nágera, chef: "Mi madre me enseñó a hacer mermelada y la hago todos los años, este año he hecho 20 kilos"

Samantha Vallejo-Nágera nos enseña su receta de mermelada casera, fácil y deliciosa. ¡Anímate a hacerla en casa con nuestro paso a paso!

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Samantha Vallejo Nájera
@samyspain

Samantha Vallejo-Nágera, chef, empresaria y jurado de MasterChef España, lleva la cocina en la sangre. Entre sus recetas favoritas hay una que nunca falta en su casa: la mermelada casera. “Mi madre me enseñó y la hago todos los años”, cuenta. No es de extrañar, porque es una receta tradicional, deliciosa y fácil de hacer. Y es que la mermelada triunfa en los desayunos caseros, puedes prepararla de naranja, de fresas, de frambuesas, de melocotón, de calabaza o de limón, siempre será una apuesta segura.

Con más de 1,2 millones de seguidores en Instagram, Samantha comparte sus mejores recetas y trucos de cocina, inspirando a muchos a lanzarse a los fogones. Su versión favorita es la mermelada de fresas, pero lo mejor de esta receta es que puedes adaptarla a la fruta que más te guste: ciruelas, manzanas, peras o cualquier otra de temporada.

Prepararla es muy fácil y solo necesitas dos ingredientes: la fruta y la mitad de su peso en azúcar. ¡Más sencillo, imposible! Solo tienes que trocear la fruta, dejarla cocer a fuego lento hasta que se deshaga y luego pasarla por un tamiz para obtener una textura suave y perfecta. En pocas horas, tendrás un tarro de mermelada casera listo para disfrutar en tostadas, yogures o postres.

¿Te animas a prepararla en casa? Sigue el paso a paso y descubre lo fácil que es hacer tu propia mermelada, con todo el sabor natural de la fruta.

Mermelada de fresa
Para 4 personas
Ingredientes
  • 1 kilogramo de fresas
  • 500 gramos de azúcar (la mitad del peso de la fruta)
Paso a paso
  1. Prepara los ingredientes

    Comienza pesando la cantidad de fruta que vas a utilizar. Puedes elegir la fruta que prefieras, como fresas, ciruelas, manzanas o cualquier otra de tu gusto. Una vez que tengas el peso exacto de la fruta, mide la mitad de ese peso en azúcar. Por ejemplo, si usas 1 kilogramo de fruta, necesitarás 500 gramos de azúcar. Lava bien la fruta y, si es necesario, pélala y córtala en trozos pequeños para que se cocine de manera uniforme.

  2. Mezcla la fruta y el azúcar

    En una olla grande y de fondo grueso, coloca los trozos de fruta y espolvorea el azúcar por encima. Mezcla suavemente con una cuchara de madera o espátula para que el azúcar se distribuya bien y comience a disolverse con los jugos naturales de la fruta. Deja reposar la mezcla unos minutos para que la fruta suelte parte de su líquido y el azúcar comience a integrarse.

  3. Cocina a fuego lento

    Lleva la olla al fuego y ajústalo a temperatura baja para que la mezcla se cocine lentamente sin quemarse. Cocina durante 3 horas, removiendo ocasionalmente con una cuchara de madera para evitar que se pegue al fondo de la olla. A medida que la fruta se va deshaciendo, la mezcla se volverá más espesa y tomará un color más intenso. Si notas que se está evaporando demasiado líquido, puedes tapar parcialmente la olla para mantener la humedad.

  4. Tamiza la mezcla

    Una vez que la fruta se haya cocinado completamente y tenga una textura densa y melosa, retírala del fuego. Pasa la mezcla por un tamiz o colador fino, presionando con una espátula o cuchara para extraer toda la parte más suave y eliminar posibles trozos grandes o fibras de la fruta. Este paso es clave para lograr una textura más lisa y homogénea.

  5. Enfría y conserva

    Deja que la preparación se enfríe a temperatura ambiente antes de guardarla. Si deseas conservarla por más tiempo, puedes colocarla en frascos de vidrio esterilizados y cerrarlos bien. Una vez fríos, guárdalos en el refrigerador o en un lugar fresco y seco.

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