Cuando se trata de calabacines rellenos , la imagen que nos viene a la cabeza es la de calabacines enteros, cortados por la mitad y ahuecados para rellenarlos con diversas mezclas. Sin embargo, existen otras formas originales de presentar esta verdura rellena, como la que encontramos en el canal de YouTube "Edgardo Noel". En esta variante, los calabacines se cortan en rodajas un poco gruesas para que puedan sostener bien el relleno al servir. Luego, se prepara un irresistible relleno con tomate, queso y galleta molida, que se distribuye sobre las rodajas antes de hornear. Sin embargo, te recomendamos hornear primero los calabacines por separado para ablandarlos un poco. Luego, en los últimos minutos de cocción, distribuye la preparación por encima y vuelve a hornear, ya que el relleno no necesita tanto tiempo como el calabacín para estar listo. Alíñalo con salsa de yogur Termina rociando un poco de aceite de oliva por encima antes de servir o incluso darle un toque más fresco con alguna salsa casera, como por ejemplo, salsa de yogur . Para preparar salsa de yogur, simplemente mezcla yogur natural con un poco de jugo de limón, ajo picado, sal y hierbas frescas como menta o cilantro. Revuelve bien y ajusta la consistencia agregando un poco de agua si es necesario. ¡Quedará delicioso! Calabacines rellenos Para 4 personas Ingredientes 1 o 2 calabacines 1 o 2 tomates Una pizca de sal Queso mozzarella o de la variedad que prefieras Aceite de oliva Galleta molida al gusto Paso a paso Prepara los calabacines Corta los calabacines en rodajas y agrega sal por ambos lados. Esto ayudará a deshidratarlos y eliminar el exceso de agua. Sécalos con papel secante por ambos lados para asegurarte de que estén bien secos. Prepara el relleno Corta los tomates en pedazos pequeños y mézclalos con la misma cantidad de galleta molida. Agrega un cuarto de taza de queso parmesano rallado a la mezcla. Añade una cucharada de aceite de oliva y, si lo deseas, agrega albahaca picada al gusto. Hornea y sirve Precalienta el horno a 200 grados. Coloca las rodajas de calabacín en una bandeja para horno y hornéalas durante aproximadamente 10 minutos. Una vez horneadas, retira las rodajas del horno y coloca la mezcla de tomate, galleta y queso sobre ellas. Vuelve a hornear los calabacines a 200 grados hasta que el queso esté gratinado y dorado.