Con la primavera llegan los días de sol, las mantas sobre la hierba y, por supuesto, los pícnics en el parque. ¿Quién puede resistirse a ese plan? A mí me encantan y más aún cuando encuentro tiempo para preparar una deliciosa tarta de manzana, mi bizcocho favorito. Pero siempre tenía el mismo problema: llevar la tarta sin que llegara hecho un desastre. Papel film, cajas improvisadas… nada funcionaba. Hasta que una amiga me habló de este portatartas de Ikea. Se lo copié de inmediato y, para mi sorpresa, resultó aún mejor de lo que imaginaba. Te sigo contando.
Este producto es perfecto para transportar bizcochos, tartas u otros postres fáciles sin riesgo de que se estropeen. Su base tiene dos caras: una lisa para tartas grandes y otra con ranuras para las magdalenas y otros pasteles pequeños. La tapa, que se asegura con cuatro enganches, garantiza que todo se mantenga en su sitio y llegue en perfecto estado, sin derrames ni aplastamientos. ¡Una pasada!
¿Lo mejor? Para mí, lo más destacado de este portatartas es su asa, que hace que sea superfácil y seguro de llevar. Había probado otras opciones similares, pero no tenían asa, lo que hacía que todo fuera mucho más complicado y poco práctico. ¡Este detalle lo cambia todo!
Además, está hecho de plástico resistente, por lo que puedes usarlo en el microondas, el congelador y el lavavajillas. Solo asegúrate de lavarlo antes de usarlo por primera vez.
Este fin de semana me ofrecí a preparar la tarta para el cumpleaños de una amiga y aproveché para usar el portatartas por primera vez en un trayecto largo, esta vez me decidí por un bizcocho de limón y lo llevé ya cortado para facilitar el trabajo cuando llegara. ¿Lo mejor? Que ni un solo trozo de pastel se movió. ¡Menos mal, porque la tarta salió deliciosa y habría sido un desperdicio! Todos me pidieron la receta, así que aquí te la dejo por si te interesa:
¿Cómo hacer un bizcocho de limón?
Istock
Bizcocho de Limón
Para 4 personas
Ingredientes
- 250 g de harina
- 200 g de azúcar
- 200 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 4 huevos
- 1 yogur natural
- 1 limón (su ralladura y su zumo)
- 1 sobre de levadura en polvo
- Pizca de sal
Paso a paso
Precalienta el horno
Pon el horno a 180º (con ventilador) o 200º (sin ventilador) para que se vaya calentando mientras preparas la masa.
Mezcla los ingredientes
En un bol grande, tamiza la harina con la levadura y la pizca de sal. Reserva. En otro bol, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Añade los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Añade el yogur y el limón
Incorpora el yogur natural, la ralladura del limón y el zumo del limón a la mezcla de mantequilla y azúcar. Bate todo bien hasta que quede homogéneo.
Añade la mezcla de harina
Poco a poco, ve incorporando los ingredientes secos (harina, levadura y sal) a la mezcla húmeda, batiendo con movimientos envolventes hasta que obtengas una masa suave y sin grumos.
Hornea
Vierte la masa en un molde enharinado y enmantecado (o usa papel de hornear) y hornea durante 35-40 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo, este salga limpio. Deja enfriar el bizcocho en el molde durante 10 minutos y luego desmóldalo y deja que se enfríe completamente sobre una rejilla.
Si te animas a preparar esta receta para el cumpleaños de una amiga, llevarla a la oficina o simplemente darte un capricho, con el portatartas Krispig de Ikea podrás transportarlo sin problemas. La tapa mantiene el bizcocho en su sitio, asegurando que llegue a su destino tan perfecto como cuando lo sacaste del horno.
Si aún no lo tienes, corre a por él. Por menos de 13 euros, tendrás un accesorio que cambiará la forma en que llevas tus postres. Es práctico y además me atrevo a decir que le dará un toque elegante a la presentación de tus dulces, porque tiene un diseño muy bonito.
Si eres fan de los postres caseros, este gadget de Ikea es un imprescindible. ¡No dudes en probarlo, te aseguro que no sabrás cómo vivías sin él! Y si no te apetece hacer un bizcocho de limón, el portatartas es perfecto también para magdalenas o pasteles de chocolate. Además, es ideal para recetas como hojaldres, empanadas, quiches o pasteles salados. ¡Se adapta a todas tus creaciones y tú te acostumbrarás a él en un segundo, porque es una maravilla!