Pastel hojaldrado relleno de queso, receta de 100 años de las abuelas alemanas

Mezcla los ingredientes de la masa

En un bol grande, mezcla la leche y el agua. Añade la levadura seca y remueve hasta que se disuelva. Tamiza la mitad de la harina con un colador, poco a poco, y mezcla con una cuchara de madera o una espátula hasta integrarla. Repite con la harina restante.

Amásala y déjala reposar

Mete las manos en el bol y amasa hasta integrar la harina. Trabájala hasta obtener una masa elástica. Pásala a la encimera enharinada y sigue amasando hasta convertir la masa en una bola. Moja el bol con aceite, mete la masa y tapa con film transparente. Deja que fermente durante 45 minutos en un lugar templado. 

Corta la masa y haz láminas finas

Cuando haya subido, saca la masa y córtala en tres trozos iguales.  Dales forma de bola y ponlas en un plato; cúbrelas con film y deja que reposen 10 minutos. Transcurrido el tiempo, vuelve a enharinar la encimera y pon una de las bolas de masa sobre ella: con el rodillo, alísala hasta obtener un disco de 42 cm de diámetro. Repite con las otras dos.

Rellena el pastel

Derrite la mantequilla y añádele el aceite. Desmenuza el queso feta. Pon el disco de masa sobre la encimera, píntala con la mezcla de mantequilla y aceite y reparte una tercera parte del queso por encima. Cubre con otro disco de masa y repite los pasos hasta crear tres capas. 

Dobla la masa en paquetitos

Coge el disco de masa superior y dóblalo por la mitad. Después, dobla los extremos uno sobre el otro, hasta hacer un paquetito rectangular. Coge el siguiente disco y haz lo mismo, atrapando en el interior el paquetito que has creado. Repite con el último disco de masa y cierra bien el pastel. 

Pinta con huevo y hornea

Precalienta el horno a 190°. Forra una fuente de horno con papel sulfurizado y pon el pastel encima, en el centro. Píntalo con huevo batido y hornéalo 20-25 minutos, hasta que esté bien dorado. Pásalo a una rejilla, cúbrelo con un paño limpio y deja reposar durante 10 minutos. Mmmm....