Melindres gallegos, el tradicional dulce de la abuela ¡con 5 ingredientes!

Estos dulces tradicionales de Galicia serán ideales para mojar en la leche, café o un reconfortante chocolate caliente... ¡Descúbrelos a continuación!

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Melindres
Wikipedia

Los melindres son un dulce tradicional de Galicia hecho con harina, azúcar, huevos, mantequilla y a veces ralladura de limón o canela. La masa se prepara artesanalmente y luego se corta en trozos pequeños y se hornea hasta que quedan crujientes por fuera y suaves por dentro. ¡Una auténtica delicia! 

Detrás de este postre se encuentra es un legado que ha sido transmitido de una generación a otra, convirtiéndose en uno de los tesoros más preciados de la gastronomía de la zona. Antiguamente, se sacaban a la mesa en las mejores ocasiones como postre de celebración.

Melindres gallegos
Para 4 personas
Ingredientes
  • 200 g harina
  • 4 yemas
  • 20 g mantequilla
  • 20 ml anís dulce
  • 200 g azúcar para el glaseado
  • 100 ml agua para el glaseado
Paso a paso
  1. Prepara la masa

    Separa las yemas de 5 huevos y mézclalas con 20 mililitros de anís y 20 gramos de mantequilla derretida. Agrega 200 gramos de harina y amasa hasta obtener una masa homogénea. Deja reposar la masa envuelta en papel film durante una hora.

  2. Forma los melindres

    Toma porciones de masa y forma churros, luego córtalos en pequeñas porciones y únelas para formar círculos con un agujero en el centro.

  3. Hornea los melindres

    Coloca los melindres en una bandeja de horno y hornéalos a 185° durante 10 minutos hasta que estén dorados.

  4. Prepara el glaseado

    En un cazo, cocina 100 mililitros de agua con 200 gramos de azúcar hasta formar un almíbar. Vierte el almíbar caliente sobre los melindres y remueve hasta que estén bien cubiertos. Deja enfriar los melindres sobre una rejilla para que el glaseado se asiente.

Hoy en día, se pueden encontrar en las pastelerías, y se han vuelto parte de la rutina diaria. Son ideales para mojar en la leche, café o un reconfortante chocolate caliente, especialmente en días lluviosos de primavera…