Lograr que un pollo asado sea jugoso por dentro y crujiente por fuera es para muchos es un desafío, pero Jordi Cruz, reconocido chef con tres estrellas Michelin y copresentador de MasterChef, tiene la clave para resolver el problema: la sal. Sí, habéis leído bien, este ingrediente básico, que tenemos hasta en la más humilde de las cocinas, se convierte en imprescindible cuando se trata de conseguir el pollo asado perfecto.
La sal: el gran secreto
El truco esencial que propone Jordi Cruz radica en usar sal para potenciar tanto el sabor como la jugosidad del pollo. Si dispones de poco tiempo, opta por sal fina y cubre bien la superficie del pollo antes de hornearlo. Sin embargo, si te organizas con antelación, utiliza sal gorda y déjalo marinar entre 10 y 12 horas. Este método permite que la carne absorba la sal de manera gradual, potenciando su sabor y asegurando que no quede seca.
Además, Cruz destaca la importancia de embadurnar no solo el exterior del pollo, sino también su interior. Este sencillo paso permite que los jugos se mantengan durante el asado, lo que resulta en un pollo tierno y sabroso.
Atento a la temperatura
Otro consejo fundamental del chef es atemperar el pollo antes de cocinarlo. ¿Qué significa esto? Jordi nos lo cuenta: “simplemente deja que el pollo repose a temperatura ambiente durante unas tres o cuatro horas antes de meterlo al horno”. Este paso evita un choque térmico, asegurando una cocción más uniforme y manteniendo la carne jugosa.
“No cometas el error de sacar el pollo de la nevera y cocinarlo sobre la marcha” insiste Jordi Cruz. Tomarnos el tiempo necesario para atemperar nuestro pollo puede marcar la diferencia entre un pollo asado reseco y sin gracia y uno perfecto, jugoso y crujiente.
Marinada aromática: el toque gourmet
Por supuesto, Jordi Cruz no se queda solo con la sal. Para darle un toque de restaurante Michelín, recomienda “preparar una marinada sencilla pero efectiva”. Hierbas como romero y tomillo, junto con pimienta negra, cítricos (piel de naranja o limón), y un toque indispensable de aceite de oliva, van a hacer que tu pollo brille a la altura de manjares de mucha más enjundia. “Transformar un pollo común en una experiencia extraordinaria está en la mano de todo el mundo” nos dice Jordi.
Lo ideal es dejar que el pollo repose con esta marinada durante unas horas para que los sabores penetren bien en la carne. Este proceso no solo mejora el sabor, sino que también ayuda a mantener la jugosidad mientras se cocina.
Consejos adicionales para un asado perfecto
- No tengas prisa: Si bien un asado rápido puede sonar tentador, el tiempo de reposo previo y el horneado lento son esenciales para conseguir un resultado óptimo.
- Controla el horno: Asegúrate de que el horno esté precalentado a una temperatura constante (alrededor de 180-200 °C). Si quieres un acabado más crujiente, sube la temperatura los últimos minutos.
- Utiliza un termómetro: Si tienes dudas sobre el punto de cocción, un termómetro para carnes puede ser tu mejor aliado. La temperatura interna ideal para el pollo asado es de 75 °C.
¿Por qué funciona este método?
La sal tiene una capacidad natural para retener la humedad en los alimentos, en el caso del pollo, actúa como un sellador que se encarga de mantener los jugos del pollo bien guardados en su interior. Además, la combinación de temperatura ambiente, marinada y cocción controlada consigue un crujiente y una jugosidad de 10. ¡Cada bocado es una explosión de sabor!
Desde el clásico pollo asado de la abuela, hasta para un sofisticado pollo al horno con frutos secos, pasando por unos sencillos muslos de pollo con verduras, los trucos de Jordi cruz que traemos desde Cocina Fácil te van a venir súper bien. ¡Te aseguro que funcionan!
Así que, si quieres impresionar en tu próxima comida con un pollo asado digno de estrella Michelin, sigue estos consejos de Jordi Cruz. ¡No hay excusas para no disfrutar de un pollo jugoso y crujiente en casa!